Jorge Toledo es secretario general del SUTNA de Llavallol, localidad donde está ubicada la planta de la empresa Bridgestone, noticia en las últimas semanas por pagar a los trabajadores un bono por participación en las ganancias de más de $ 700 mil. Pero: ¿cuál es el origen del bono? ¿cuantas veces lo cobraron? ¿cuáles fueron las sumas? El dirigente del gremio conducido por la izquierdista Lista Negra nos lo explica. Y, también, las próximas paritarias, la crítica a la burocracia sindical de la CGT, los métodos del clasismo, el acuerdo con el FMI y el próximo encuentro del Plenario Nacional del Sindicalismo Combativo, convocado para organizar la lucha contra el nuevo pacto de hambre y entrega.
Por Redacción/
Estación Finlandia: ¿En qué consiste el bono que están cobrando los trabajadores de Bridgestone? ¿Cual es el origen?
Jorge Toledo: Es un bono por la participación en las ganancias que tiene Bridgestone, y que paga a cada trabajador de la planta de Llavallol. Durante la crisis del 2001 la dirección anterior del SUTNA, la burocracia de la Lista Violeta, cuando la empresa chantajeó con irse del país, en lugar de organizar un movimiento de resistencia de los trabajadores, aceptó una rebaja salarial de casi el 40 %. Para conseguir un poco de oxígeno político luego de eso, y con el argumento de que los trabajadores habían participado en su momento de las pérdidas de la empresa, les dieron como «compensación» que participen de las ganancias. Obviamente fue una maniobra, porque con eso nunca se compensaron las secuelas que dejó la rebaja de los salarios.
EF: ¿Se pagaba regularmente este bono? ¿Y con cifras tan altas?
JT: Lo pagaron dos veces en los últimos 15 años, una apenas $ 6 mil y otra $ 7 mil. Y una fue para intervenir en la interna gremial contra nosotros, porque lo pagaron como adelanto en una fecha en que había elecciones internas en la fábrica. Nunca hubo un pago regular y obviamente estas cifras no representaban para nada una recuperación de la rebaja salarial que significó aquel acuerdo que pactó la burocracia en el 2001. Mientras, la empresa siguió teniendo ganancias enormes durante esos años.
EF: Pedro Wasiejko anduvo por los medios atribuyéndose los méritos: ¿qué tienen para decir al respecto desde la actual conducción?
JT: Wasiejko es un charlatán. Hoy en día y desde hace muchísimos años es uno de los innombrables dentro del gremio del neumático. Ha llevado una política totalmente ajena a los intereses de los trabajadores y obviamente lo que trata de hacer es revindicar una supuesta conquista, cuando en realidad los trabajadores lo que han hecho es participar de las pérdidas de la empresa. En lugar de impulsar la resistencia al chantaje de Bridgestone la burocracia con Wasiejko a la cabeza nos llevó a la derrota, entregó el salario y montones de condiciones de trabajo, e inclusive llevaron a la obra social a una crisis. Así que no es extraño verlo en los medios tratando de vender humo cómo lo hace desde hace mucho tiempo. Los compañeros del gremio lo conocemos bien, y los trabajadores tienen un triste recuerdo de su paso por la dirigencia.
EF: Ustedes promueven un sindicalismo clasista: ¿en que se distinguen del sindicalismo burocrático que dirige la CGT?
JT: El sindicalismo clasista es un sindicalismo antiburocrático, de lucha, no tiene ningún compromiso con ningún gobierno de turno, y obviamente que todas las luchas que llevamos adelante las resolvemos con la participación consciente y activa de todos los trabajadores en asamblea. Incluso durante estos últimos años de pandemia los trabajadores han participado en cada decisión, por ejemplo con respecto a las paritarias, de muchas formas, y siempre que hemos podido realizar las reuniones presenciales lo hicimos. Somos una organización que se prepara todo el tiempo para estar a la altura de las luchas que tienen que dar los trabajadores del gremio, ya sea a nivel de condiciones de trabajo, a nivel de salarial, y obviamente que contamos con la participación de cada compañero porque como decimos siempre «el sindicato son los trabajadores», y aspiramos a que nuestro gremio y la organización colectiva que venimos construyendo y transformando cada día pueda ser un faro para la clase trabajadora argentina, que tiene que romper con esa barrera de contención que es la dirigencia de la CGT. Hace muchas décadas que los trabajadores, tanto ocupados como desocupados, y los jubilados y jubiladas, pagamos las crisis provocadas por los gobiernos de turno. Tiene que haber en algún momento una CGT que abra un canal para la expresión masiva de la lucha de la clase obrera, porque los ajustes contra el pueblo datan de hace muchísimo tiempo y no se puede aceptar vivir en una sociedad en la cual los de arriba, los gobernantes, los empresarios, viven a costa del laburo de la clase trabajadora.
EF: ¿Y cómo encaran las negociaciones paritarias en el marco de un proceso inflacionario tan agudo?
JT: Desde la recuperación del sindicato en 2016 nos hemos trazado objetivos muy claros, hemos ido en busca primero de igualar la inflación, situación que anteriormente jamás había ocurrido, y en los procesos paritarios que afrontamos año tras año podemos decir que alcanzamos objetivos muy importantes. En la anteúltima paritaria la proyección inflacionaria y la inflación oficial había alcanzado el 50,2 %, y nosotros logramos 5 % por encima, 55,2 %, o sea un incremento del 5 % del salario real. Y en esta última paritaria un 50 % en 8 meses, y tenemos revisión en marzo. Obviamente que para la revisión vamos a estar muy atentos a todos los datos, a todos los movimientos económicos e inclusive a los pronósticos.
EF: Último: ¿cuál es la posición del gremio frente al acuerdo con el FMI?
JT: ¡Lo rechazamos! Año tras año vemos, gobierno tras gobierno, como siguen ajustando al pueblo para pagar la deuda. Desde nuestra conducción impulsamos la convocatoria del Plenario Sindical Combativo que se va a hacer el 5 de marzo para organizar la protesta y el repudio a este acuerdo. Los trabajadores no tienen porque pagar la crisis que generan los gobiernos y el propio sistema económico al servicio de los empresarios.
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