La imagen sonriente de John Reed y la mirada seria de Rodolfo Walsh sintetizan aquello que Estación Finlandia trata de ser: Periodismo al servicio de las luchas del pueblo trabajador. Un periodismo cuyos fines no consisten en ninguna abstracción moral, sino que son muy concretos: denunciar la opresión que sufre la población obrera, difundir las vicisitudes de los combates cotidianos de las masas trabajadoras, sacar a la luz los negocios de los traidores y la crueldad con que el aparato del estado burgués descarga sus garrotazos sobre los que luchan.
Periodismo de lucha, como el de Reed y Walsh, como el de Masetti. Periodismo que lucha, capaz de comprender y reflejar el llanto de los oprimidos, pero consciente de que hay que convocar al combate y no a la compasiva pero inútil contemplación de las desgracias de este mundo. No a congelarse en el llanto ni a explotarlo para arrancar lágrimas y likes en las capas medias sensibles. No es esa la lección de Reed, o de Walsh, o de Masetti.
¿Quién iba a decir, dos meses atrás, cuando nació Estación Finlandia como página en Facebook, que la imagen, probablemente desconocida de John Reed cobraría una pertinencia y una actualidad tan enorme, alumbrada por el fuego de la rebelión norteamericana? Su imagen se vuelve ahora una imagen práctica, como su vida misma y por supuesto, su obra periodística.
Es que los fuegos de Minneapolis proclaman otra vez la soberanía de los espectros que recorren hace dos siglos el descompuesto mundo de la burguesía. Y las huelgas mineras de Colorado, la pólvora insurgente de México y las semanas que conmovieron para siempre al mundo aparecen convocadas por el presente, para aprender, sacar lecciones y afrontar los choques del futuro.
En fin. Llega rugiente a la Estación Finlandia, aquella helada mañana de 1917, el tren al que nos hemos subido hace mucho. Nuestro tren, abierto a recibir y difundir las noticias y consignas que expresen las luchas con que el pueblo trabajador combate, en lugar de llorar, las desgracias de este mundo.
07-06-2020. Día del Periodista.
—
2 comentarios sobre “Estación Finlandia”
Los comentarios están cerrados.