Crónica de una mansión en Marianao A Guillermo Hernández, la semilla de todo estoPor Lisbeth Moya González, desde La Habana*/ En mi casa pudo haber dormido Meyer Lansky, el mafioso; un Jack Johnson, campeón de boxeo, triste y derrotado, o un joven Luis Chevrolet, que había puesto su nombre a la famosa marca de autos.Sigue leyendo «“Mansión Oriental”: del hotel al solar (Primera Parte)»