“El triunfo de aceiteros es la causa testigo para todos los gremios”, Javier Castillo, delegado de Dánica.

Para los trabajadores de la fábrica Dánica de Llavallol el final de 2020 estuvo marcado por la victoria de la huelga de 21 días en el conflicto paritario del gremio de Aceiteros. El inicio de 2021 los encuentra en un doble proceso de lucha. Por un lado, enfrentan a la patronal del Grupo Beltrán, que desde que se hizo cargo de Dánica busca imponer, con lock – out de por medio, un plan de flexibilización que incluye despidos y el intento de hacer pasar al convenio de Alimentación a los trabajadores afiliados desde hace 70 años a Aceiteros. Por otro lado, y luego de haber logrado la reincorporación de Lucas Suárez, continúan la lucha por la de Hugo Fiorini, despedido en julio. En diálogo con Estación Finlandia, Javier Castillo, delegado de Dánica, analiza los principales puntos del proceso de lucha en la fábrica y el impacto del triunfo nacional de Aceiteros.

Por Redacción/

Estación Finlandia: Empecemos por Aceiteros… ¿qué valor le dan al triunfo de fin de año?

Javier Castillo: Creo que es la punta de lanza para entender cómo se tiene que trabajar para conseguir el mínimo vital y móvil, para no estar bajo la línea de la pobreza. Nosotros no discutimos por inflación, discutimos por el mínimo vital y móvil, lo que tiene que cobrar un trabajador para vivir dignamente. Por otro lado, lo bueno de este conflicto en particular es que se juntaron varios gremios. Cuando fue el conflicto de 2015, donde nosotros participamos y fuimos a Rosario con 70 compañeros de Dánica, era solo la Federación la que hacía el paro, esta vez se juntó también el SOEA de Rosario, que es San Lorenzo, y URGARA, eso hizo que haya mucho más apoyo y que se haga más visible. Creemos que esta es la forma de conseguir este tipo de victorias, que se junten varios gremios para alcanzar el mínimo vital y móvil, es la causa testigo para el resto de los gremios.

E.F: Uno de los puntos clave del conflicto que mantienen ustedes con Dánica es justamente que la patronal quiere que abandonen el convenio de Aceiteros ¿Cómo vivieron la huelga nacional en el contexto del conflicto que tienen con Dánica?

J.C: Con un acampe fuera de la fábrica, hicimos los 21 días de paro, más allá de nuestro conflicto con Dánica. Nosotros ya veníamos golpeados por nuestra lucha que nos valió reducciones de salario, cobrar menos por nuestro paro anterior, pero igual hicimos efectivo el paro. En ese contexto la empresa tomó nuevas represalias contra nosotros por esos 21 días: no nos pagaron el aguinaldo y a algunos no les pagaron las vacaciones. También intentaron sacarnos del acampe. Un viernes vinieron y quisieron sacarnos de prepo, trajeron gente porque estábamos tapando la salida y entrada de camiones en el marco de la huelga nacional. Otro día trajeron a la policía e intentaron meter personal tercerizado para que haga trabajos dentro de la empresa, ahí hubo un conflicto con la gente que casi termina en algo más grave. En concreto hicimos efectivo el paro, nos pusimos al frente del conflicto y apoyamos a nuestra Federación que en nuestro conflicto particular también nos dio todo su apoyo. Además, nosotros la paritaria nacional después la vamos a hacer valer en Dánica, al homologarse la paritaria pasará a ser una deuda que la empresa tendrá con nosotros porque pertenecemos a ese gremio.   

E.F: ¿Por qué Dánica quiere pasarlos al convenio de la Alimentación?

J.C: Bueno, todo esto comienza en el momento en que el Grupo Beltrán compra Dánica, en los primeros días de 2019, desde el momento en que ellos se hacen cargo de la empresa como dueños empieza el conflicto. Trajeron unos puntos que querían implementar en el ámbito laboral y desde entonces hay un conflicto que ya lleva dos años. Pero este año echaron a dos compañeros, a Hugo Fiorini en julio y a Lucas Suarez en agosto, en plena época de pandemia, y ahora quieren cambiarnos de convenio: nosotros pertenecemos a Aceiteros y quieren pasarnos a Alimentación. En específico eso significa una reducción del 40 por ciento del salario, además de la diferencia en la jornada laboral, entre otras cuestiones.

Hugo Fiorini y Lucas Suárez, los dos trabajadores despedidos por el Grupo Beltrán. La Justicia ordenó la reincorporación de Suárez, sigue la lucha por la reincorporación de Fiorini

E.F: ¿Ahí se profundizó el conflicto?

J.C: Sí, en octubre se generó un gran conflicto, con lock – out de por medio, y estuvimos veinte días afuera, hasta que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y volvimos a trabajar, pero sin resolverse el conflicto. Hasta ahora seguimos esperando que se dictamine cuál es el convenio que nos corresponde, nosotros sabemos que nos corresponde Aceiteros, hace 70 años que Dánica pertenece a Aceiteros y vamos a seguir luchando para mantener nuestro convenio.

E.F: Hay algunos trabajadores que aceptaron el cambio ¿Cómo están trabajando ellos hoy en día?

J.C: Cuando hicimos el acampe fuera de la fábrica desde la empresa empezaron a ofrecerle a la gente dinero con un bono de bienvenida para que firmaran el cambio de convenio. Llamaban a parte del personal que estaba aislado por covid o por ser de grupo de riesgo, insistiendo dos o tres veces por día para que cambiaran el convenio. De los 110 que somos en Dánica hay treinta personas que aceptaron y hoy en día están viviendo la flexibilización laboral, les hacen hacer dos o tres tareas.

E.F: ¿Y qué pasó con los compañeros despedidos?

J.C: El 31 de diciembre un juez falló a favor de Lucas Suárez. Él había presentado una cautelar, el juez le dio la razón y ordenó la reincorporación que se hizo efectiva el viernes pasado. Después, por el lado de Hugo todavía no pudimos conseguir la reincorporación pero seguimos luchando para que también pueda volver a trabajar.

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