Cristina Castro: “No me importa a quién tenga que enfrentar para llegar a la verdad”

Al cumplirse un año de la desaparición de Facundo Castro, su madre reconstruye en diálogo con Estación Finlandia aquellos primeros días de búsqueda casi solitaria, las jornadas entre los rastrillajes y el trabajo, y los enfrentamientos con la Policía bonaerense que le marcaron a fuego la convicción con la que afrontaría desde sus cruces con el ministro Sergio Berni hasta la actual pelea para que la enmarañada causa judicial avance.

El testimonio de una madre que no va a dejar que le «pisen la cabeza«.

Por Redacción/

“Si no me dejan pasar me van a tener que pegar un tiro”, gritó Cristina Castro la noche del 11 de julio del año 2020, al costado de un basural de Mayor Buratovich, donde horas antes vecinos de esa localidad se habían topado con restos óseos. Cristina sabía que esos huesos podían ser los de su hijo de 22 años, al que buscaba hace más de dos meses, el que había desaparecido el 30 de abril de ese año, el que, en una imagen fotográfica, había sido visto por última vez detenido por efectivos de la Policía bonaerense al costado de la Ruta 3, el que para entonces ya ocupaba, con su nombre y apellido, el lugar que otros tantos nombres y apellidos han ocupado en la pregunta que atraviesa la ya larga historia argentina de los desaparecidos en democracia: ¿Dónde está?

Facundo Castro no estaba en el basural de Buratovich. Sí lo estaría el 15 de agosto de 2020 en el “cangrejal” cercano a Bahía Blanca donde finalmente fue encontrado su cuerpo sin vida. Pero ese 11 de julio Cristina no sabía nada de esto. Solo sabía que, frente a ella, quienes le cerraban el paso eran agentes de la misma fuerza policial acusada por su responsabilidad en los hechos. “Ese fue mi primer gran enfrentamiento directo con la bonaerense. Me quedaron grabadas sus caras de odio, no me voy a olvidar nunca de los ojos con los que nos miraban”, recuerda ahora Cristina, el día en que se cumple un año de la desaparición de Facundo.

Esa noche quedó marcada a fuego en su memoria: allí entendió lo que enfrentaba, lo que enfrenta hoy y lo que seguirá enfrentando en su búsqueda de verdad y justicia. Tal es así que, mientras conversa con Estación Finlandia, sintetiza: “Yo sé que si me quedo quieta me pisan la cabeza, pero nunca les dejé esa posibilidad. Conmigo no, estamos hablando de mi hijo”.

Estación Finlandia: ¿Cómo recordás los días que siguieron al 30 de abril?

Cristina Castro: Fueron momentos muy duros. Primero todo lo que nos costó conseguir que nos tomaran la denuncia, después salir a buscarlo con Luciano Peretto, mi abogado, recorrer cada lugar que nos decían. Recuerdo todas las búsquedas. Recorrer descampados, desagües, todos los lugares donde nos decían que podíamos llegar a encontrarlo. Después me volvía a trabajar. El trabajo es el lugar desde donde siempre he enfrentado mis luchas y es el lugar donde recibí su última llamada ese día. La búsqueda de Facu estuvo atravesada desde los primeros días por mi trabajo: llegaba, me cambiaba, y me iba a seguir trabajando, después salía y me iba a buscarlo de vuelta con la ropa del trabajo puesta, así sin parar.

E.F: ¿Cuándo te diste cuenta de lo que estabas enfrentando?

C.C: Lo más impactante que recuerdo fue el día de la primera marcha en la que pedimos la aparición. La marcha terminó a las 18 horas y a las 19 estaba en un basural de Buratovich, con ocho grados bajo cero, donde habían aparecido unos restos óseos. Estaba con Luciano y dos personas más que me habían llevado hasta Buratovich. Esa noche fue la que más me marcó. Estaba sacada porque no me dejaban pasar y en un momento les grité: “Si no me dejan pasar me van a tener que pegar un tiro”. Eso que estaba tirado ahí podían ser los restos de mi hijo, fue una de las cosas más duras que tuve que pasar. Ese fue mi primer gran enfrentamiento directo con la bonaerense y me quedaron grabadas sus caras de odio, los ojos con los que nos miraban no me los voy a olvidar nunca. El subcomisario Reguillon ahí mismo amenazó a Luciano, hoy está apartado de la fuerza por esas amenazas.

«Nunca voy a entender por qué sostuvieron a Berni «

E.F: Cuando el caso tomó mayor difusión, esos enfrentamientos “locales” con la bonaerense escalaron a niveles más altos. ¿Cómo fue para vos pasar de estar cruzándote un día con un subcomisario en un basural y al otro día en los medios masivos con un ministro como Berni?

C.C: Para mí eso no cambió absolutamente nada, fue el mismo enfrentamiento. Más allá de que hablemos de ministros o funcionarios, más allá de que ocupen un cargo político alto, yo siempre los he visto como personas comunes, personas que tienen que actuar como personas. Sus derechos terminan donde empiezan los míos, en eso se basa mi enfrentamiento. Sé perfectamente lo que son ellos, sé perfectamente lo que soy yo y lo que era mi hijo. Mi derecho como mamá era pelear por encontrar a Facu y ahora por verdad y justicia. No me interesa qué cargo ocupe nadie: son personas que en este momento están con una cuota de poder, nada más.

E.F: Desde el principio pidieron la remoción de Berni del cargo. Viéndolo ahora, con un año de distancia, ¿cómo analizás que eso no haya sucedido?

C.C: No terminé de comprender nunca eso de sostenerlo a pesar de todo. En todo este tiempo yo tuve que entender muchas cosas, muchas cuestiones de política que nunca me habían interesado. Pero si hay algo que nunca voy a entender es por qué lo sostuvieron en el cargo. Al ver los desalojos con él al frente pienso que quieren priorizar la muerte sobre la vida y lo sostienen porque les sirve para reprimir al mismo pueblo que los votó. A veces Argentina parece el reino del revés, pero a la hora de votar sabré lo que tengo que hacer.

E.F: En un momento de la causa comenzó a intervenir directamente el Ministerio de Seguridad nacional y hasta lograste que te recibiera el presidente. ¿Cómo evaluás ahora el rol del Gobierno nacional en la causa?

C.C: Yo creo que, si hubieran querido, podrían haber hecho más. De todos modos estoy agradecida de que me hayan recibido y escuchado, también con Sabina Frederic, cada vez que la he necesitado me ha respondido, siempre me ha atendido, asimismo el presidente. Pero creo que podrían haber hecho un poco más, creo que todo el mundo podría haberlo hecho. Hacen hasta donde se les permite y parece que siempre están limitados, no debería ser así. Al presidente siempre hay gente que lo limita y eso no me parece justo con el ciudadano común. Eso soy yo: una ciudadana común y creo que ellos llegan ahí para trabajar para el pueblo. Mi meta es la de cualquier mamá a la que le pasa algo como esto, no me interesa qué político esté de turno, me interesa que las cosas se hagan. Soy laburante desde chiquita, no me interesa un puesto político ni el dinero de la clase política, quiero que respeten las leyes: estamos en democracia y no puede haber desaparecidos, como políticos a cargo deben hacer respetar eso.

E.F: ¿Qué cambió para vos el 15 de agosto, cuando se encontró el cuerpo de Facundo?

C.C: Yo ese día ya sabía que era él. Aunque hubo que esperar la confirmación yo sentí desde el primer momento que era, como sé que le hicieron algo y que estuvo en la Comisaría de Origone. A partir del día que apareció el cuerpo mi lucha ya fue otra, ahora es por verdad y justicia y no me importa a quién tenga que enfrentar para conseguirlo, para que vayan presos los que fueron parte de su muerte y los que encubrieron. Es como si ellos me hubieran matado el miedo y al mismo tiempo sé que si yo me quedo quieta me pisan la cabeza, pero nunca les dejé esa posibilidad. Conmigo no, estamos hablando de mi hijo.

«Creo que estamos cerca de poder pedir imputaciones»

E.F: ¿En qué te aportó, en esa lucha, el apoyo de distintas organizaciones o personas que atravesaron situaciones similares?

C.C: Mucho. Hoy yo sé que mi lucha es colectiva. Le doy las gracias a la gente que me acompañó, por no soltarnos la mano nunca, por mostrarnos el camino. Estamos eternamente agradecidos a familiares de Luciano Arruga, de Santiago Maldonado, a Norita Cortiñas, a Cielo, que pertenece a una organización de víctimas de terrorismo de Estado de Carmen de Patagones, que fue la primera persona que se acercó a mí y me abrió los ojos para guiarme en este camino. He leído cada uno de los casos, cada una de sus luchas, porque estábamos transitando el mismo camino y tenía que aprender. Nos han allanado el camino, antes las madres y las abuelas, nos han mostrado cómo hacerlo. Y en ese camino vamos a seguir hasta que tengamos justicia por Facu.

E.F: ¿Qué podés contar del estado actual de la causa?

C.C: La causa sigue avanzando día a día. Cuando empezamos todo esto yo dije que peleábamos contra gigantes y es así. El primer obstáculo, que era el fiscal Ulpiano Martínez, lo sorteamos, se ha retirado, y ahora nos toca dar con otra muralla que es la jueza Marrone, sobre la que está el pedido de recusación. En estos días deben llegar resultados de ADN de elementos que se levantaron de la Comisaría de Origone, estamos esperando esos resultados y otros que se pidieron. Mientras tanto seguimos trabajando con los abogados y los fiscales, creo que estamos cerca de poder pedir imputaciones. También estamos esperando respuesta de pedidos de pruebas que presentamos, no podemos hablar sobre los detalles, pero el Juzgado lo rechazó y la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca todavía no nos responde. Yo sé que sus tiempos no son los nuestros, pero necesitamos que actúe para poder seguir, sin esa respuesta la causa no avanza.

E.F: Hace unas semanas ocurrió un episodio en el que un testigo protegido de la causa, que ya había sido amenazado previamente, estuvo desaparecido durante unas horas ¿Cómo terminó eso y en qué situación está el testigo?

C.C: Finalmente apareció en la madrugada del 23 de marzo. Hubo confusiones porque el Ministerio de Seguridad nacional comunicó que ya había aparecido, pero les habían informado mal, no era así, solo había mandado un mensaje escrito y la familia no se pudo comunicar más. Finalmente apareció y estaba bien. Tengo entendido que los están cuidando, esperemos que sea así porque siempre hay que cuidar a los testigos, pero aún más en una causa como esta. Ya recibió amenazas de muerte toda su familia. Es grotesco lo que hacen. Yo no recibí amenazas, pero en los últimos teléfonos que se secuestraron de los policías nos llamó la atención que había muchas fotos mías, del lugar donde trabajo, donde me muevo, como si nos estuvieran espiando.

E.F: Tienen preparadas acciones para este fin de semana ¿de qué se tratan?

C.C: Hoy viernes vamos a hacer solamente un bocinazo a las 19 30, sin que la gente se baje de los vehículos para respetar el protocolo. Y el sábado primero de mayo se va a hacer un encuentro cultural llamado “Mil flores para Facu Castro”, en el predio del ferrocarril de Pedro Luro desde las 10 30. Solo van estar presentes 30 personas por los protocolos. Va a venir gente de la Comisión Provincial por la Memoria, que presentarán un informe que hicieron. También estará el artista Chelo Candia, Facu era muralero y él va a estar pintando un mural. Mientras tanto van a ir pasando distintas bandas, todas aquellas que hicieron canciones para Facu, y finalmente va a cerrar el día la banda de Turmalina, la cervecería que fue el último trabajo de él. Sus amigos tienen una banda y van a cerrar el evento porque queremos recordarlo de esa forma, con su gente y con alegría, porque Facu era una persona muy alegre.

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