En noviembre de 2019, en los días más álgidos de la rebelión chilena, una bomba de gas lacrimógeno lanzada por Carabineros dejó ciega a Fabiola Campillai, obrera de la fábrica Carozzi, en San Bernardo, en el conurbano sur de Santiago, donde vive. Mientras la prensa burguesa destaca la «elección sorpresa» del ultraderechista Franco Parisi, Fabiola fue electa como independiente por la Región Metropolitana, donde se impuso con casi el 16 % sobre el piñerista Manuel José Ossandón (10,68 %) y el republicano Rojo Edwards (9,23 %), y muy por encima de la candidata de Gabriel Boric, Claudia Pascual (PC) que alcanzó el 5,21 %. Única representante de la rebelión en el nuevo Parlamento, Fabiola ya ha condicionado su apoyo a Boric en el balotaje contra Antonio Kast a la promesa del candidato de Apruebo Dignidad de liberar a los presos de la Revuelta y del pueblo mapuche. Aquí, el mensaje que difundió luego de resultar electa este domingo.
Por Fabiola Campillai Rojas, Senadora Electa de Chile/
Estoy contenta con el resultado que hemos logrado en la Región Metropolitana. Sin embargo me preocupan los resultados de la elección presidencial. Debemos estar alertas ante el avance de la extrema derecha negacionista, porque sería un enorme retroceso en materia de derechos humanos y derechos sociales en Chile si llegan a la Moneda.
Sobre nuestro triunfo quiero agradecer a mi hermosa familia, a mi marido que me acompañó en todo momento, y a mis hijas y mi hijo que son el pilar de mi vida. Este triunfo también se lo dedico a las y los sobrevivientes de la represión y a quienes perdieron la vida por acción de agentes del Estado desde el 18 de octubre del 2019, así como también a las y los presos políticos. Este triunfo es de todo mi pueblo.
Hoy hemos hecho historia: el pueblo ha decidido que una mujer obrera de fábrica, dirigente de su población, descendiente de diaguita e independiente, ingrese al Congreso. Me acompañan miles de personas, movimientos sociales, organizaciones feministas, ambientalistas y de derechos humanos, juntas de vecinos, sindicatos. Es decir: conmigo viene el pueblo.
Quiero agradecer a mi equipo de campaña y a las y los cientos de voluntarias y voluntarios que se desplegaron por toda la Región Metropolitana. Les agradezco haber creído en mí y en este proyecto colectivo que construimos desde las poblaciones, barrios, escuelas, lugares de trabajo y sobre todo en las calles.
Sin embargo yo legislaré pensando en todas las personas porque lo que me mueve es el profundo amor que va más allá de quienes me eligieron. Quiero llevar un poco de humanidad al Congreso, porque la dignidad solo es posible en la medida que dejemos de pensar en nuestros intereses particulares y pensemos en el bien común.
Fuimos capaces de demostrar que es posible avanzar en nuevas formas de hacer política a través de la solidaridad y el apoyo mutuo y el amor entre el pueblo. No necesitamos presupuestos millonarios, ni tampoco favores políticos, porque nuestro motor es la Organización desde las bases de nuestro pueblo con las manos y la conciencia limpia.
El pueblo de Chile sigue escribiendo su propia historia en este nuevo ciclo político. Hemos decidido construir desde la dignidad la justicia y la plena participación social. ¡Este proceso debe seguir adelante, desde abajo y a la izquierda seguiremos en la lucha!
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