Sobre el mundo de los criptomercados se va corriendo el telón. Detrás de los gigantescos beneficios iniciales, las plataformas de criptomonedas se revelan cada vez más como simples herramientas especulativas al borde de la estafa, simples formadoras de capital ficticio sobre la base de «dinero que engendra dinero», según la clásica expresión de Marx. Además, la caída de los valores precipita despidos. El futuro de una «inversión» abiertamente promovida en Argentina por los liberfachos Javier Milei y Ramiro Marra que ya arrastra a sus propios damnificados telúricos.
Por Redacción/
La prohibición de retirar sus fondos a los depositantes de la plataforma Celsius Network ha precipitado la caída de los valores de la totalidad del criptomercado. La debacle criptomercantil se inició en realidad con la caída de Terra, una «moneda estable», atada al dólar. Cuando Terra no pudo mantener la paridad con el dólar, comenzó la fuga masiva de un mercado que ya había comenzado a desinflarse desde fines del año pasado.
Terra, que llegó a alcanzar un valor de mercado de U$S 50 mil millones, colapsó, directamente, a principios de mayo, pasando a valer U$S mil millones, 50 veces menos. CN, por su parte, que había invertido U$S 500 millones en Terra, dice tener U$S 11.800 millones en activos, pero tenía U$S 24 mil millones en diciembre de 2021. Su token, CEL, se cotizaba a U$S 7 el año pasado y ahora cotiza a menos de U$S 0,20.

Al corralito de CN le siguió el «corralito técnico» de Binance, una de las principales plataformas, que impidió los retiros entre las 13 y las 16:30 del lunes 13 debido a «una transacción en cadena atascada».
La masa de valores manejada por el criptomercado global ha caído de U$S 3 billones en noviembre de 2021, a U$S 1 billón. Así, Ether, la segunda critomoneda del mercado cayó un 15 % en el día, y el Bitcoin, la principal, ha pasado de su máximo histórico de noviembre de 2021 de casi U$S 70 mil, y de U$S 32 mil el 7 de junio, a U$S 22.500 el 14 de junio: caídas de alrededor del 70 y del 30 % respectivamente, la última en una semana…
Criptodespidos
A la caída de los valores se suma la reducción de personal en las plataformas de comercialización de criptomonedas. Se trata, por supuesto, de un sector completamente expuesto a los caprichos empresariales, sin contratos ni ningún tipo de beneficios sociales como indemnizaciones o compensaciones por despido.
Ya el lunes, Zac Prince, CEO de BlockFi, había anunciado el despido de 170 empleados de la firma. Brian Armstrong, CEO de Coinbase, una de las principales plataformas estadounidenses, anunció el 14 de junio el despido de 200 trabajadores, el 18 % de su fuerza laboral.

anunciando los despidos en Coinbase
Armstrong, vía mail, le envío a cada uno de los echados el cínico mensaje siguiente: «Me doy cuenta de que la eliminación del acceso se sentirá repentina e inesperada, y esta no es la experiencia que quería para ustedes. Quiero decir gracias por dar todo a esta empresa, y lo siento. Espero que a medida que volvamos a crecer tengamos la oportunidad de volver a contratarlos. No estaríamos donde estamos hoy sin su arduo trabajo y dedicación a nuestra misión. Estoy increíblemente agradecido por todo lo que han hecho para contribuir a nuestro éxito”.

y reestructuración en Buenbit
A fines de mayo, la plataforma argentina Buenbit, propiedad de Federico Ogue, redujo a la mitad su plantel de 100 empleados, y la mexicana Bitso, que opera también en nuestro país, había anunciado 80 despidos globales. Lejos de amainar, la ola de despidos en el criptomundo puede alcanzar la dimensión de un tsunami.
Criptocorralito
El grueso de la inversión en criptomonedas proviene de pequeños ahorristas, enganchados por promesas de retornos de hasta 20 % en dólares, con lo que la evaporación de sus inversiones y las restricciones a los retiros de fondos suponen lisa y llanamente una confiscación en favor de las empresas y plataformas que pululan en el criptomercado.
Cómo en nuestro corralito del 2001, los grandes salieron rápido, y fueron los pequeños inversores los que quedaron atrapados. El ucraniano Yuri Popovich invirtió en Terra U$S 10 mil para proteger sus ahorros en el contexto de la invasión rusa. Terra, como dijimos, era una de las «criptomonedas estables» (stablecoins), por lo que se trataba de una supuesta inversión de bajo riesgo:
«“No soy un especulador, solo quería ahorrar el dinero”, dijo Popovich. Pero cuando Terra colapsó a principios de mayo, además de provocar un colapso más amplio en el sector de las criptomonedas, acabó con los ahorros de los inversores minoristas. “Dejé de dormir normalmente, perdí 4 kg, a menudo tengo dolores de cabeza y ansiedad. Mi esposa aún no sabe de esta pérdida. No sé cómo decirle.” Sus ahorros, según una captura de pantalla vista por The Guardian, ahora valen menos de U$S 500.» (The Guardian: https//bit.ly/3xrthJQ).
Una medida del grado de completa indefensión de los criptoinversores la dan las claúsulas en «letra chica» que CN imponía a sus inversores:
«Los términos y condiciones de Celsius Network indican que el usuario «no podrá ejercer los derechos de propiedad» sobre los activos digitales que deposita en la plataforma. Es decir, le pertenecen a la empresa. Además: «en el caso de que Celsius entre en bancarrota, entre en liquidación o no pueda pagar sus obligaciones, es posible que los activos digitales elegibles usados en el servicio de «Earn» (ganar) o como colateral en el servicio de préstamos, no puedan recuperarse y es posible que usted no tenga ningún recurso o derecho legal que no sea su derecho como acreedor de Celsius en virtud de las leyes aplicables»» (Criptonoticias, 13- 06- 22).
“Estamos tomando esta acción hoy para poner a Celsius en una mejor posición para cumplir, con el tiempo, sus obligaciones de retiro”, dice un comunicado de CN que reproduce Forbes.
Criptoestafas a la criolla
Al escándalo que involucra a Generación Zoe, que comercializaba la criptomoneda Zoe Cash, y al procesamiento de su propietario Leonardo Cositorto por organizar una estructura de «esquema Ponzi», se sumó a mediados de abril la denuncia contra Vayo Group, una plataforma local que comercializa la criptomoneda Vayo Coin.
La inversión en Vayo fue promocionada por decenas de famosos: Susana Giménez, Wanda Nara, L-Gante, Marcelo Tinelli, Flor Peña y Alex Caniggia, entre otros. El propietario de la empresa, Leandro Usín, ha estado preso en su Chubut natal, y liberado luego de haber sido condenado a 1 año y 8 meses por estafas reiteradas.

Según Infobae, el grueso de las inversiones en Vayo Group eran de entre $ 50 y 100 mil: «No sé si la gente va a cobrar su plata, no sabría decirte», le dijo Ena Andrada, Contadora del grupo, a ese medio en una entrevista de abril.
Hace pocos días la plataforma Coinxworld, que fuera promocionada por el criptonazi criollo Javier Milei, fue denunciada en las redes por incumplimientos del mismo tenor. Aunque sospechosamente tarde, la Comisión Nacional de Valores la intimó a cesar todo tipo de actividades: la firma no se encuentra radicada en el país sino en el «criptoparaíso» de El Salvador.
Luego de la prohibición de la CNV, Milei declaró a Bloomberg: «Cuando vimos el modelo de negocio que tenían le planteamos una redefinición para que no constituyera (sic) problemas»...

«Tuve el placer de conocer las oficinas de Coinx y su equipo. Están revolucionado la manera de invertir para ayudar a los argentinos a escapar de la inflación. Desde ya puedes simular tu inversión en pesos, dólares o criptomonedas y obtener una ganancia. ¡Escríbanles de parte mía así los asesoran con lo mejor!», posteó el liberfacho en enero, sin asomo de recomendación de redefinición de nada, en su cuenta de Instagram.
Ya en diciembre, su coequiper Ramiro Marra, propietario de Bull Market Brokers, había sido multado por la CNV en $ 3 millones por hacer recomendaciones de inversión sin estar registrado para eso. Después de que Marra lo acusara de delincuente, Eduardo «Chiquito» Belliboni se lo enrostró en aquel famoso debate en TN de hace unos meses, y al broker facho y criollo le saltó la térmica.
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