Para Estación Finlandia, el profesor Diego Acuña, docente del ISFD 103, detenido durante la represión a la marcha de su comunidad educativa el 22 de junio, responde a las mentiras del ministro kirchnerista y coronel de las Fuerzas Armadas.
Por Diego Acuña para Estación Finlandia/
Las declaraciones difamatorias del ministro Sergio Berni hacia mi persona en el programa televisivo de Viviana Canosa me motivan a dirigirme a la población para hacer frente a esta calumnia «ministerial».
Mí detención fue televisada en vivo y en directo. En las imágenes se puede ver claramente que solo trato de proteger a un alumno del Instituto. La propia policía bonaerense no encontró ninguno de los elementos que Berni menciona, por lo que sus palabras responden a un intento de justificar lo injustificable.
Aunque lo dudo, quizás esté Berni esté mal informado. Cabe la posibilidad, porque no soy una persona pública. Por eso salgo a explicar detalles sobre mi vida como docente, para evitar que su discurso difamatorio tenga algún efecto. Berni debería dedicar su tiempo a solucionar lo que tiene que solucionar, en lugar de montar operativos represivos salvajes, que luego pretende justificar con estos operativos difamatorios.
Con orgullo soy docente desde hace 10 años de varias escuelas públicas de Lomas de Zamora, entre ellas, el querido ISFD 103. Puedo dar fé tanto de las cosas lindas que se producen allí como de todos los problemas que tenemos que afrontar.
Entre las cosas lindas, quiero resaltar a la comunidad de la educación pública en general, pero muy en particular la de ese maravilloso Instituto 103. Sin idealizar, aquí se vive compromiso, esfuerzo, solidaridad, pensamiento crítico, empatía.
Con nuestros acuerdos, diferencias, errores y aciertos, tiramos todos para el mismo lado: defender la educación pública, ¿Qué significa eso? Primero que nada, que los chicos y chicas puedan estudiar y los/ as docentes puedan enseñar en condiciones adecuadas.
Pero existen muchísimas problemáticas en las escuelas públicas, que no naturalizamos. Falta de edificios, de gas, aulas super pobladas, lo que comen (cuando hay) los chicos en los colegios, y por supuesto, los salarios docentes miserables. Es por eso que las comunidades educativas se organizan y luchan, ¡y está muy bien que así sea!
Entre esos varios problemas hay uno que le compete a Berni, que es el de la seguridad. Problema de larga data, que se viene agravando y escalando. No estamos dispuestos a esperar tener que lamentar hechos peores, como tampoco vamos a seguir tolerando enseñar y aprender en estas condiciones. Queremos soluciones integrales y definitivas.
Se quiera o no, dicha solución está atada a la construcción de un edificio propio. Es un hecho inconcebible que estemos desperdigados por varias sedes de colegios que nos prestan su espacio. Es por eso que la comunidad educativa sale a manifestarse y visibilizar la problemática.
¿Qué recibimos como respuesta? Un gigantesco operativo policial que reprime con balas de goma (hay docentes, alumnos y un nene de 8 años, vecino de la escuela, lastimados de esta manera), gas pimienta y detenciones. En mí caso puntual, abrieron una causa injusta por resistencia a la autoridad. ¡Un verdadero despropósito!
Le pregunto a Berni: ¿quién dió la orden para semejante canallada? Usted tiene responsabilidades políticas por nuestros reclamos de inseguridad y zonas liberadas, y ahora también por la represión brutal que sufrimos, pero en lugar de responder sobre eso sale a difamarme públicamente.
Eso, además, no es gratuito para mi. Tengo familia, amigos, compañeros y alumnos, y sus dichos cuestionan mí honradez personal. Por lo tanto le exijo que se retracte públicamente y se dedique a resolver, si es que puede, los problemas que tiene que resolver.
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