“La causa por este testimonio está paralizada en la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, y el juez Otranto, que no debió participar del caso, le sacó la protección de testigos”, advierte Ismael Jalil, abogado de la testigo de la causa Maldonado que meses atrás declaró ante la Justicia haber escuchado, en los días posteriores a la desaparición de Santiago, frases que comprometen a la Gendarmería en boca de varios gendarmes. A fines de octubre hubo una audiencia de apelación en la que Jalil reclamó el apartamiento de Guido Otranto y del fiscal Federico Baquioni, que desestimaron la denuncia de la testigo, pero hasta el momento la Cámara no se expidió. En diálogo con Estación Finlandia, reconstruye el testimonio y explica el estado en que se encuentra su causa.
Por Santiago Brunetto/
Estación Finlandia: ¿Qué es exactamente lo que declara la testigo?
Ismael Jalil: Ella es una profesional de la salud que en ese momento trabajaba en sanidad del escuadrón de Esquel de Gendarmería. Lo que ella manifiesta es que alrededor de la fecha en que desaparece Maldonado hubo un tremendo revuelo en el escuadrón. En ese revuelo ella era muy reclamada para tratamientos, y ahí empiezan a desfilar unos cuantos gendarmes que hacen una serie de comentarios.
EF: ¿Comentarios de qué tipo?
IJ: Ella refiere comentarios como “detuvimos a un hippie en el puestito de Benetton” o “se nos fue la mano con el hippie”. Se hablaba de que habían disparado y que estaban viendo qué hacer para sustituir el cuerpo. En paralelo a esto, en los días posteriores a la desaparición uno de los responsables del escuadrón le entrega a ella una caja sin decirle qué tiene, pero pidiéndole que lo guarde en sanidad porque venía un allanamiento. Ella se pone como loca porque ve que queda expuesta y lo comparte con una compañera.

El Fiscal Federico Baquioni
EF: ¿La caja se abrió?
IJ: Sí, según su testimonio abrieron la caja y había un arma, celulares y una especie de pañuelo de cuello. Al día siguiente a esa caja la viene a buscar la mujer del jefe del escuadrón y nunca más se sabe nada. A partir de ese momento, según su relato, es que empiezan a hostigarla y le mandan a un tal Bobadilla, vinculado a servicios de inteligencia, que directamente la empieza a amedrentar hasta que en un momento le dice que hay un auto rondando la escuela por donde ella vive. En paralelo descubre que hay unos maltratos a otros gendarmes y decide irse de Esquel. En Esquel no quieren que se vaya para tenerla cerca y controlarla, pero al mismo tiempo saben que no pueden quedar con las manos pegadas diciendo que no, por lo que hacen una jugada y dicen que hay una orden de la superioridad de que ella se quede ahí. Ella se resiste y finalmente a fines del año pasado se va del lugar y ahí se presenta en la Justicia, se contacta con la familia de Santiago a partir de la APDH y decide declarar todo esto.

Guido Otranto, apartado de la causa Maldonado por «parcialidad»
EF: ¿Cómo le cae la causa a Otranto?
IJ: Ella declara ante el fiscal Baquioni en la Fiscalía que intervino en la desaparición de Santiago. Baquioni es el que le envía la causa por su testimonio a Otranto, que en su momento fue apartado del caso Maldonado por comprobada parcialidad. En ese momento, el propio Otranto dice que no puede intervenir porque la declaración está vinculada con el caso Maldonado, declara la conexidad y se la manda a Lleral, que tiene a cargo la causa principal. Pero el fiscal se presenta inmediatamente y le dice que pare, que él tranquilamente puede intervenir sobre el resto de las denuncias de la mujer por el hostigamiento de Gendarmería. Ahí la causa se separa, los testimonios relacionados con la desaparición de Santiago pasan al juez Lleral y Otranto se queda con las otras denuncias a Gendarmería.

Pablo Noceti, mano derecha de Patricia Bullrich y presunto jefe del operativo de encubrimiento.
EF: Y después la desestima…
IJ: Claro, tomaron un par de testimoniales y con eso dijeron ‘esta mujer miente’. Eso motivó que le desestimaran la denuncia y cerraran esa causa. En menos de 48 horas Otranto pasa de declarar la conexidad a resolver que una parte se la queda él, y de esta manera vuelve a entrar por la ventana en la causa Maldonado, devaluando el testimonio de la mujer. Al desestimar la denuncia, es una forma de meterse en la otra causa diciendo ‘acá te mando a la mentirosa’, cuando él ni siquiera debería haber opinado porque estaba apartado de la causa Maldonado.

Gustavo Lleral
EF: ¿Y Lleral?
IJ: Lleral todavía no hizo nada porque la Cámara no resolvió nuestra apelación. Nosotros planteamos que deberían mandar toda la denuncia a Lleral y devolverle a la testigo la protección, que se la sacaron cuando desestimaron la denuncia cuando la ley establece que ella es testigo hasta que se termine la causa. Eso pedimos en la audiencia de apelación, pero todo está paralizado en la Cámara.
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