«Guernica» por Luis Brunetto

Una recorrida por la ocupación de tierras de Guernica, síntesis de varias visitas. Una radiografía social de los ocupantes: ¿Por qué están ahí? ¿Qué quieren? ¿Cuál es la respuesta del poder político? Datos sobre los «propietarios» y las complicidades políticas y sindicales que sostienen los negocios de constructoras e inmobiliarias, a costa del derecho a la vivienda de la población trabajadora. Y el peronismo, en vísperas del 75 aniversario del 17 de Octubre, frente a la encrucijada de Guernica.

Por Luis Brunetto, para Estación Finlandia*/

Asa

Asa tiene 12 años. Está con su hermano de 10, en una “carpa” hecha con nylon, tirantes de madera, etc. “Si, este año empezaba 1° de secundaria”. ¿Y están sólos?, le pregunto: “Este terreno es para mi papá, que está trabajando. Mis papás están separados, y él no tiene dónde ir, no le alcanza para alquilar, se tiene que quedar en casa, con mi mamá y mis abuelos”. Así no se puede vivir, les digo: “¡Claro! No se puede vivir así!»

Bellacos

Bellaco quiere decir mala persona. Los bellacos, o “El Bellaco”, dice ser dueño de gran parte de las tierras que ocupan las familias. Estas malas personas están construyendo un gigantesco country con ocho canchas de rugby, una de golf, un par de fútbol y no me acuerdo cuántas de tenis, con tres lagunas, más una serie de edificios estilo Nordelta, para el club San Cirano, que ya tiene un campo gigantesco en Betharrán, en Adrogué, junto a otra gigantesca propiedad que es de la Iglesia Católica, y en la que cabe, valga señalarlo, otra urbanización igual o mayor que la de Guernica.

Según Rosario Fernández y Eduardo “Negro” Soares, abogados que asisten a las familias ocupantes, los bellacos estos están flojos de papeles y no presentaron escritura alguna. Y si tuvieran escritura, estarían violando la ley 14449, que establece que los countrys deben ceder el 10 % del terrreno a usufructuar con fines de loteo social. Los otros dos que reclaman la tierra rayan lo cómico: Uno dice que se la dejó el dueño, al morir, a modo de indemnización laboral; el otro, que él la cuida hace 40 años. Genial: Así cualquiera…

Martín

Yo busco a Emiliano, pero Asa no sabe quién es. Camino para adentro de la toma, y llego a otra casilla improvisada con lonas y plásticos. Pregunto por Emiliano a una señora grande y una pareja de mi edad, sentados delante de la casilla: “Ah, me dice la señora, debe estar allá, en el comedor del Polo Obrero”, y me señala una carpa blanca, a unos 300 metros. “Acá esta parte es de Votamos Luchar, pero todo bien, nos conocemos todos, estamos todos juntos”.

El muchacho de mi edad se ofrece a acompañarme. Mientras vamos caminando se nos une Asa, que llega corriendo no se sabe de dónde. El muchacho me dice: “¿Lo conocés al ‘burgués’?”. El “burgués” soy yo: Fue el apodo que me dieron mis compañeros de militancia en el peronismo, a fines de los ´80, cuando era raro encontrar a un joven de clase media acomodada en las filas “justicialistas”. No era muy cheto militar en el peronismo. De hecho, mis amigos militaban en el PI, o en el PC. Yo no, porque, además de que vengo de familia peronista a partir de padres y tíos (abuelos gorilas), “la clase obrera es peronista” creía yo, y como para mí el asunto de la militancia no era un modo de transitar la adolescencia, sino que me lo tomaba en serio, trataba de estar donde estaba la clase obrera que, sigo estando absolutamente convencido, tiene la clave para resolver todos y cada uno de los problemas de este desgraciado mundo.

Hacía más de 30 años que no veía a Martín.

Delegados y Delegadas

Soy renuente, lo reconozco, al uso del lenguaje “inclusivo”, pero acá hay delegados y delegadas. Lo reconozco. Discuten con una seriedad, una profundidad y una responsabilidad que envidiarían cualquiera de los payasos que representan a los partidos burgueses en el Congreso. Bah, uno siempre tiende a mejorar a la gente: No envidiarían nada porque están para eso, para hacer de payasos en esa comedia en la que discuten hasta que se les seca la lengua y no resuelven nada, nada de nada, excepto como perpetuar las condiciones de explotación del pueblo trabajador.

En estas pocas centenas de hectáreas hay más democracia que en el resto de los millones de kilómetros cuadrados que abarca la Argentina burguesa. Por supuesto: Democracia de la clase obrera, de los trabajadores, no de los parásitos. Y hay varios millones de veces más orden: No hay robos, ni peleas, ni violencia de género, ni faltas de respeto.

La única violencia la ejerce la cana, que hostiga a los ocupantes, les saca las cosas, no les deja entrar bidones con agua, impide a los vecinos de los barrios que rodean la toma tirar mangueras y cables, para darle agua y luz a los ocupantes. Llegaron a cortar el agua del barrio para que los vecinos no puedan pasarle agua a la ocupación. Pero la luz y el agua llegan, igual.

La casa de la pileta

“Andá allá, a la casa de la pileta, ellos están desde el principio de todo”, me dicen. La casa de la pileta no la veo: Me imagino una casa con una pileta de lona o con una pileta de lavar la ropa. “¿Allá, no la vés? La pileta es el techo”. Claro: Todas las casillas están  hechas de plástico y nylon porque no dejan entrar materiales, esta tiene la particularidad de que su techumbre es una pileta de lona vieja.

Ahí viven Juan, Marcela, Carlos y Jessica. Juan y Jessica son primos, Marcela y Carlos sus respectivas parejas. Tienen 4 chicos, que viven amontonados en la carpa. “O pagamos el alquiler o comemos, no hay otra. Nosotros ya estábamos en la calle” dice Marcela. “Mire que le he escrito cartas a la Intendente (Blanca Cantero, massista del FDT), y nada, ninguna respuesta, tengo los mensajes y todo. Nos contesta con una grabación en la que dice que nos arrimemos a Acción Social. Voy a Acción Social, y no hay nada. Es una burla”.

Y los vecinos: ¿Apoyan?: “Claro. Nos pasan agua, alimentos, todo lo que pueden. Quisieron hacer marchas contra la toma y no fue nadie, ni 10 vecinos juntaron. A Blanca solamente la apoyan la gente de los countrys”.

Patoteada I

Un día entraron algunos canas de la bonaerense y gente de civil. Anduvieron apretando a la gente, que no les dio bola, y se quedó igual. Trataron de desmantelar una casita, pero se vieron superados en número por los vecinos que los rodearon para que no se hicieran los locos. Así que, como buenos cobardes, se las tomaron.

Lo interesante es que en el grupo patoteril civil, algunos ocupantes reconocieron a miembros del SOESGYPE. ¿Qué es el SOESGYPE? Es el sindicato de los trabajadores de estaciones de servicio, que dirige el tridor de Carlos Acuña, del riñón de Luisito Barrionuevo, co traidor secretario general de la CGT junto a Héctor Daer, y esposo de la intendenta peronista Blanca Canteros. Se dice que en los negocios inmobiliarios que hay detrás de todas estas bellaquerías, irían prendidos también Canteros y consorte.

Dicen…

Trabajadores en blanco

Marta y Alfredo son de Lomas de Zamora. Viven en Villa Albertina: “Vivimos en un terreno donde está la casa de mis papás, y atrás hay dos casillas, una en la que vive mi hermano con su familia y en la otra vivimos nosotros”, dice Marta. “Es un terreno de 8,66 por 25”. Marta es enfermera, trabaja en un hospital, en blanco. Alfredo trabaja hace diez años en una empresa de Logística, en CABA, en blanco.

“Entre los dos ganamos $ 55 mil, más o menos, y acá la mayoría de la gente que está gana mucho menos que eso. ¿Cómo hacemos para comprar un terreno? Esa gente que dice que no queremos laburar, que queremos que nos regalen la tierra: Yo laburo desde los 16 años. Un terreno en una zona barata de Lomas vale U$S 100 mil. A veces me parece que la gente habla sin pensar”.

¿Y si hay represión?: “¡Y a donde vamos a ir! Nos sacan de acá y nos van a seguir mintiendo, como siempre. De acá no nos vamos”, dice Marta.

Patoteada II

El sargento Larroque o sargento García (hay disputas en la toma sobre el sobrenombre adecuado para designar al ministro, porque siempre están los exagerados que ven panzas donde no parece haberlas), trajo una propuesta con tono de ultimátum, que los ocupantes debían aceptar porque sino, después del sargento,  “viene Berni” (SIC, según testigo presenciales). El Coronel.

La propuesta  la reproducimos acá en estas dos fotos, para ahorrarle al lector una perorata sobre la mismísima nada. Eso sí, aclaremos que, según los abogados de las familias, la propuesta viene acompañada de una amenaza de “procesamiento” en caso de incumplimiento. Genial.

El gobierno dice que firmaron 250 familias, de las más de 1000 censadas, lo que vendría estando un poco flojo de cualquier manera. La Coordinación de Delegados y Delegadas y Organizaciones de la toma de Guernica dice que no llegan a 20 las familias que firmaron, y que varias ya volvieron.

¿A quién le creemos, lector?

Martín y Marcela

Falta explicar porque están Martín y su compañera Marcela en la toma. “Este terreno es para mi hija. Nosotros somos vecinos de acá, vivimos a unas cuadras. La mayoría de la gente de la toma es de acá de Guernica, y está por dos motivos: Porque ya no pudo pagar el alquiler, o para conseguir un terreno para los hijos u otros familiares, o por las dos cosas a la vez. Toda gente trabajadora que va a trabajar toda la vida y nunca se va a poder comprar nada. Esa es la pura verdad”, me dice Martín.

Martín tiene tatuados a Perón y a Evita. Militó en el peronismo hasta el 2006- 07. Llegó a ocupar un importante cargo en un municipio del sur del GBA: “Pero me querían hacer firmar planes que la gente no recibía, sumas para cooperativas que después bajaban la mitad de la guita. Los mandé a la  mierda y renuncié”.

Cantero massista con aliados macristas

En Guernica hay un country en el que Eduardo Duhalde era amo y señor, del que se decía que era uno de los inversores originales, y en el que se cocinaron varias de las “maravillas” que atravesó la Argentina en los últimos años. Allí tenían casa varios de sus funcionarios. San Vicente, partido del que el actual Presidente Perón es una de esas divisiones que se hicieron en los ’90, fue siempre un feudo duhaldista.

A la estirpe duhaldista abonaron caudillos como Mabel Müller, autora del proyecto de creación del partido de Pte. Perón, y su esposo Oscar Rodríguez, quien fuera el primer Intendente y nada menos que subjefe de la SIDE durante el gobierno de Duhalde. Después del largo dominio, bajo el kirchnerismo, de Aníbal Regueiro, la massista Blanca Cantero ganó las elecciones para retomar la tradición duhaldista. Al fin y al cabo, el massismo se parece bastante a un neoduhaldismo prolijo, y ya conocemos la predilección del ex intendente de Tigre por los countrys…

La cosa es que, en este contexto, la flojedad de papeles sería extensiva a campos de vieja data, aunque eso estaría relativamente solucionado por la ocupación decenal, que parece que también favorece a los ricos. Pero explicaría la alianza entre Blanquita y el concejal Guido Giana, del PRO, su oponente en las últimas elecciones a intendente. Parece que, en vez de escritura, y en defensa de un predio lindero que no fue afectado por la toma porque, al mejor estilo Berni, Giana con quince policías sacaron a palazos a quienes pretendieron poner un pie en él, su mamá Nidia Desplats se presentó ante Martín Rizzo (juez de la causa) para declarar que “Habito el lugar con mi hijo, Guido Giana, su mujer y sus hijos de uno y tres años”. ¿Papeles?

¿A esta gente protegen los progresistas Kicillof y Larroque?

El juez Rizzo y el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta

De Rizzo, lo primero que hay que decir es que permitió que se abriera una causa en base al reclamo de varios ciudadanos y empresas “flojos de papeles”. Excluyó, eso sí, de entre los damnificados por la ocupación, a la señora Desplats y su hijo Guido: Con tres flojos de papeles alcanzaría…

El fiscal Condomí Alcorta la semana pasada sostuvo que las mamás de Guernica pensaban usar a sus hijos «como escudo», y rechazó a la velocidad de la luz la propuesta de urbanización presentada por la Coordinación de Delegados, Delegadas y Organizaciones, confeccionada por Arquitectos y Geógrafos de la UBA y de la UNLP, calificándola de “ambiciosa, inviable e improcedente”: ¿Afanarse un predio para construir un country no es “ambicioso, inviable e improcedente”, señor Fiscal? ¿Pretender hacerse una casita si?

El muchacho es, por supuesto, coherente con toda una trayectoria profesional y de vida, que se habría iniciado durante las inundaciones de La Plata, en las que parece que formó parte del célebre operativo sciolista de «reducción del número de muertos», sacado a la luz por el entonces juez Luis Arias. Bajo el vidalismo, el amigo promovió la idea de militarizar el Astillero Río Santiago para quebrar la huelga que realizaron sus trabajadores contra el vaciamiento.

15 de octubre

¿Se animará la alianza peronista progresista y neoduhaldista con tintura macrista, a sacar a las familias que ocupan Guernica, dos días antes del 75 aniversario del 17 de Octubre?¿Quedará entonces algo, no ya del contenido progresivo de aquel movimiento que nació de una rebelión de la clase obrera incluso contra la mismísima voluntad del propio Perón, sino siquiera algo de su retórica, que reclama eternamente la representación de “los pobres”?

En todo caso, la solución que ofrecen los ocupantes de Guernica aparece como mucho más justa, ordenada y civilizada que la propuesta del “me voy yo y viene Berni”, que plantea la alianza peronista progresista y neoduhaldista teñida de macrismo. ¿Estarán saliendo a la luz nuevas representaciones de la clase trabajadora, sociales y políticas, capaces de empezar a rebasar el gigantesco y hasta hora eficaz, pero antiguo y corroído, dispositivo de contención que representa el peronismo? ¿Estará la clase trabajadora empezando a hablar con su propia voz?

El Guernica obrero parece estar diciendo algo de eso.

Veremos.

* Por razones de seguridad, todos los nombres son ficticios.

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