«Caló estuvo con Cristina, con Macri y con Alberto»: reportaje a Jesús Sánchez, Comisión Interna de Gri Calviño

Los trabajadores de la metalúrgica Gri Calviño de Quilmes, fabricante de aspas para torres eólicas, vienen sosteniendo desde hace dos años una cruenta lucha contra la patronal de capitales hispano- argentinos. La resistencia a los despidos masivos y a los intentos de flexibilizar las condiciones de trabajo, luego de un conflicto victorioso que afrontaron durante 2021, ha llevado a la patronal a militarizar la fábrica con la policía de Berni y Kicillof. Charlamos con Jesús Sánchez, de la Comisión Interna, sobre el conflicto, la derrota del Barba Gutiérrez en la UOM- Quilmes y el descontento con el renunciado Antonio Caló.

Por Redacción, 16- 03- 2022/

Estación Finlandia: Sigue el conflicto y con la fábrica militarizada…

Jesús Sánchez: Ya lleva dos años este conflicto, porque la empresa tiene una política de permanente ataque a los trabajadores. Seguimos con los despidos, con parte d elos compañeros citados a trabajar y con un destacamento de más de 100 policías metido dentro de la fábrica, como en la poca de la dictadura.

EF: El “Barba” Gutiérrez acaba perdió las elecciones en la seccional Quilmes: ¿influyó en esta derrota su abandono de la lucha de Gri Calviño?

JS: ¡Claro que influyó! Todos los metalúrgicos de Quilmes vieron como el gremio nos abandonaba a pesar de que siempre reclamamos que se pusieran al frente, y como de una u otra forma acompañaba la política de la empresa. Sin dudas fue una de las razones por las que perdió. Y no sólo lo vieron los compañeros de Quilmes, también la pésima elección de la Rosa en Avellaneda, con denuncias de fraude, tuvo que ver con esto y con cómo la burocracia entrega todos los conflictos.

EF: ¿Y se puede esperar algo de la nueva conducción de Quilmes?

JS: Mirá, para nosotros es otro sector de la burocracia, pero ellos nos prometieron apoyar nuestra lucha, lo que por otra parte es su obligación como gremio, y se lo vamos a reclamar como le reclamábamos al Barba, así que a partir de que asuma la nueva comisión directiva los metalúrgicos de Gri Calviño estaremos viendo a quien designan para hacerse cargo de nuestro conflicto. Todos los reclamos de los que no se hizo cargo el Barba se los estaremos haciendo al nuevo secretario general.

EF: Caló acaba de cerrar la paritaria con un 45 %…

JS: Ya estamos acostumbrados, todo lo que sea defender a las patronales, contra el trabajador, ahí está Caló, el anillo siempre le cabe. Siempre está hablando de inversiones, como si  fuera un empresario, en lugar de hablar del salario que necesita el trabajador. Hoy en promedio un metalúrgico gana en mano $ 60 mil, y seguimos soportando una paritaria a la baja, se estima una inflación del 60 %, y todos los aumentos que se vienen de alimentos y tarifas. Y este  descarado sale a decir que es un triunfo.

EF: ¿Y qué opinás de su apoyo al acuerdo con el FMI? Ustedes estuvieron el miércoles pasado en la marcha contra el pacto…

JS: Lo peor fue escucharlo en los medios públicos diciendo que a sus 72 años le encanta trabajar, y que ve bien que la gente jubilada pueda seguir trabajado. ¡Te das cuenta que ya está bancando el aumento voluntario de la edad jubilatoria que pide el  FMI! ¿Qué voluntario va a ser  si con una jubilación de $ 30 mil no se puede vivir? Es una manera indirecta de pujar a la gente a que no se jubile, de la misma manera que nos meten la flexibilización laboral fábrica por fábrica a los que estamos laburando Además siempre está con el gobierno de turno, con Cristina, abrazado con Macri en 2015, ahora con Alberto, y nosotros seguimos soportando la depresión de nuestro salario.

EF: ¿Y qué posibilidades hay de desarrollar una alternativa a la burocracia y a sus recambios, como la Verde en Quilmes o la Celeste y Blanca en Avellaneda?

JS: Primero que nada es imprescindible, necesitamos una nueva conducción en la UOM y en todos los sindicatos y la CGT, que defienda la dignidad de los trabajadores. Las elecciones en la UOM han mostrado que hay un gran descontento, pero todavía es difícil que los trabajadores confíen en su propia fuerza y su propia organización, y desarraigar la idea de que los que están en el sindicato nos van a dar tarde o temprano una solución. Pero la crisis es tan grande que ayuda a que los compañeros dejen de esperar de los burócratas. Y hay hechos, como el bono de los trabajadores de Bridgestone, que impactan en los compañeros y los llevan a ver que las direcciones clasistas consiguen resultados muy superiores a la miseria que consigue la burocracia. Hay que insistir y seguir luchando, y tarde o temprano esa alternativa va a surgir.

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