Alejandro Crespo: «En esta lucha se jugaba el destino de los trabajadores del neumático por muchos años»

El prolongado conflicto del neumático puso sobre la mesa la vigencia y la eficacia de los métodos de lucha del clasismo. El plan de lucha que finalizó con la huelga por tiempo indeterminado sacudió el panorama político y económico del país y colocó en el centro de la escena a ese sindicato, encabezado por Alejandro Crespo, a su vez militante del Partido Obrero, en cuyo próximo acto en Plaza de Mayo será orador. En esta entrevista, Crespo analiza detalladamente la evolución de esa lucha histórica y las perspectivas del sindicalismo clasista como alternativa de dirección para el burocratizado movimiento obrero argentino.

Por Luis Brunetto para Estación Finlandia/

Luis Brunetto: ¿Por qué se dio esa situación de intransigencia patronal tan clara que hizo que el conflicto fuera tan prolongado?

Alejandro Crespo: Había una situación de continuidad de diferentes paritarias donde desde el 2016, después de la recuperación del sindicato, nos encontramos con un marcado atraso salarial en todo el gremio. Se iniciaron cada una de las negociaciones bajo la premisa de que había que recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores. Atravesamos el momento del gobierno de Macri peleando en las paritarias para que no se pierda con la inflación, luego tuvimos la situación de pandemia, donde también se protegió el salario y se logró sacar un aumento del salario real, es decir por encima de la inflación, durante todo este proceso de ajuste del actual gobierno. Cuando se llega al año 2021, en las elecciones que habían quedado pendientes como en todo el movimiento obrero, se obtiene un respaldo enorme de los trabajadores ganando en todas las seccionales y posteriormente después en todo el cuerpo de delegados, lo que representaba un claro mensaje de los trabajadores por mantener este proceso de recuperación salarial. De ahí surgió el reclamo de una mejora que consistía en una combinación entre el pedido de aumento del valor de la hora y a la vez una mejora adicional para el fin de semana. Se buscaba ir a fondo en el hecho de combatir el atraso salarial, y las empresas quisieron cortar ese proceso no solo no dando una respuesta correcta, concreta, y positiva en esa paritaria puntual, sino frenar el ciclo de avance en esa dirección que veníamos consiguiendo, mejorando la situación salarial de los trabajadores y a la vez las condiciones laborales luego en cada una de las negociaciones no sólo desde el sindicato nacional, sino también en las luchas diarias que se tienen en las plantas. Ese proceso es en definitiva lo que querían frenar.

La histórica asamblea del SUTNA que aprobó el acuerdo con las patronales

LB: Pero eso estaba asociado al objetivo político, más allá de lo económico, de quebrarlos a ustedes, a la Lista Negra, como dirección. ¿Sino como se explica la provocación de las 30 y pico de audiencias presentando la misma oferta?

AC: Claro eso es lo que trato de expresar. Nosotros veníamos de una situación vieja con la burocracia donde teníamos paritarias a la baja y las patronales estaban acostumbradas a hacer reinar sus términos en la negociación colectiva. Luego de un proceso de cinco años, porque se extendió uno más por la pandemia, donde todas las negociaciones resultaban en una mejora del salario real de los trabajadores, lo que se intentó de una vez por todas fue quebrar ese proceso de mejoras por medio de derrotar a la dirección del gremio y derrotar a los trabajadores, e implementar nuevamente una situación donde la regla fueran otra vez las negociaciones a la baja. No se estaba jugando una paritaria puntual, acá se estaba jugando el destino de largos años para los trabajadores del neumático. O manteníamos las condiciones donde se respeten la negociación colectiva y los argumentos de los trabajadores, o las patronales volvían a imponer la voluntad unilateral, digamos, de las empresas. Eso fue lo que produjo las 30, en realidad fueron 25, audiencias repitiendo lo mismo después de la conciliación obligatoria, donde las patronales claramente lo que demostraban es que querían una derrota aplastante de los trabajadores.

LB: Las empresas pasan por una situación inmejorable, de grandes ganancias, no hay otra explicación entonces más que esa para que mantuvieran la misma oferta durante tantos meses…

AC: Claro, por supuesto. Además en medio de la negociación fueron cambiando las realidades económicas, se disparó el dólar, pasamos a un dólar que prácticamente generó un salto histórico en ese trayecto modificando totalmente las ecuaciones económicas de las empresas, a las que se les dio la materia prima a dólar oficial de $ 130 contra los $ 300 que costaba el dólar real que se tenía en esos momentos. Estaba claro que no había un problema económico como para que no se modifique algún tipo de propuesta. No lo hicieron porque lo que querían era mantenerse dentro del terreno donde se doblegara a los trabajadores. Entonces para doblegarlos definitivamente se repitió lo mismo para que en caso de que pudieran, como ellos esperaban, quebrar a los trabajadores, que quede claro que aceptaban una situación donde fueron doblegados y que el futuro iba a ser así.

LB: Madanes, propietario de la nacional FATE, y también de Aluar, apareció como una especie de vocero del conjunto de las patronales. ¿Hay alguna diferencia entre las patronales nacionales y las otras, Bridgestone y Pirelli? Te pregunto porque normalmente desde el sindicalismo peronista se considera a los burgueses nacionales como mejores, más humanos, un poco más buenos.

AC: No. Y no te olvides que FATE intentó meternos un preventivo de crisis en 2019, el último año del gobierno de Macri, con amenaza de despidos incluida, que fue otro duro ataque que pudimos frenar. Las declaraciones de Madanes fueron, digamos, las más directas, tratando de introducir términos falsos, mentiras que salieron a responder rápidamente los trabajadores. La realidad es que las tres empresas en la mesa de negociación repetían en las actas los mismos argumentos en contra de los trabajadores, hablando por toda la cámara en su conjunto, y los términos de la burguesía nacional estuvieron a la altura de las multinacionales, con total tranquilidad y con la misma insensibilidad.

Javier Madanes Quintanilla, dueño de FATE y Aluar

LB: Ahora: seguramente ustedes preveían que iba a ser un conflicto muy duro. ¿Fue un conflicto que tuvo una preparación muy grande, no? Quiero decir: ustedes no encararon la lucha de una manera improvisada. Te lo pregunto porque en algunos medios incluso progresistas se interpretó el conflicto en esos términos, cuando la voluntad de lucha de los compañeros es un factor fundamental pero a la vez esa voluntad exige una organización y una dirección que esté a la altura y eso a veces se subestima. Pareciera que hubo una preparación muy minuciosa.

AC: Era claro que durante las anteriores paritarias se había llegado a acuerdos sin llegar a esta situación de tanta conflictividad, y eso implicaba dos cosas. Una, que uno intentó siempre llegar a los acuerdos sin necesidad del conflicto, y otra que los trabajadores y la organización tenían que ir midiendo como era cada una de esas instancias de conflicto, para ir dando los pasos de la manera correcta, examinando cada uno de los pasos para poder saber en qué terreno estábamos ingresando y como era la situación de la patronal, las pretensiones y la propia cancha de juego en la cual se desarrollaba la lucha.

LB: Se podría decir que las patronales fallaron al medir la voluntad de lucha y la organización de los trabajadores…

AC: El desarrollo del conflicto fue una construcción en crecimiento de las acciones de los trabajadores. Empezamos con acciones más chicas porque era el nivel de acciones que los compañeros creían correspondientes para el reclamo que se estaba haciendo. Pero las patronales lo que querían era quebrar la organización de los trabajadores no solo para romperla sino para romper las condiciones de trabajo en su modo de vida diaria, su forma de convivencia dentro de planta, y eso ya era un tema mayor. Ante semejantes amenazas correspondía elevar las acciones y los trabajadores, después de haber hecho la experiencia de agotar las instancias de negociación, comprendieron que a pesar de todo ese trayecto del sindicato no había soluciones. Las acciones tenían que crecer porque estaba en manos de ellos el cambiar la situación, en manos de todos nuestros compañeros.

LB: Creo que coincidirás conmigo en que fue decisivo el momento del intento por parte de Moroni y de las patronales de cerrar la paritaria 21- 22 unilateralmente con un 38%, al estilo del rodrigazo, y la decisión de ustedes como Comisión Directiva de permanecer en el ministerio. Ustedes podrían haberse ido, haber declarado el paro por tiempo indeterminado, pero no era lo mismo, porque la permanencia puso el conflicto en el centro de la escena creo…

AC: Eso lo explicamos en la asamblea que hicimos frente al ministerio. Entendíamos que había dos elementos de ataque a los trabajadores y de insulto a su organización. Uno era que la patronal definitivamente volvía a repetir lo mismo en la audiencia y encima terminaba poniendo 38% para doce meses y una revisión a los 9 meses, generando una tensión aún más grande en la paritaria. A eso había que responder con una medida de acción directa contundente, como era el paro por tiempo indeterminado. Pero también teníamos una actitud del Ministerio de Trabajo que a la vez avalaba abiertamente el intento de dar por terminada de forma unilateral la paritaria por parte de las patronales, incluso con un representante del Ministerio de la Producción. Por lo tanto las acciones tenían que ser en respuesta a ambas situaciones. Una en respuesta a la misma actitud patronal, después de una demostración de fuerza tan grande de los trabajadores con 6 meses de lucha, que volvieran a repetir la misma propuesta y encima le quisieran regular la próxima paritaria era inaceptable. Y la otra era en contra del ámbito administrativo que estaba jugando de una manera ya totalmente clara a favor de las patronales. Entonces correspondían dos acciones, una el paro por tiempo indeterminado y otra el hacer notar que el ministerio estaba jugando a favor de la patronal, y la forma de hacerlo se nos ocurrió en ese mismo momento, porque era lógico que si había una mesa de negociación que no estaba funcionando, nos íbamos a quedar hasta que funcione. No podíamos decirle a los trabajadores que había más tiempo por delante para una respuesta. Hablando sin formalismos, era lo que había que hacer para que el ministerio de trabajo también tuviera que pagar un costo.

Bloqueo en la planta de Bridgestone en Llavallol

LB: Claro, si ustedes hubieran dicho “no firmamos, nos vamos y tiramos el paro por tiempo indeterminado”, igual hubiera estado bien, pero no hubiese tenido el mismo efecto…

AC: No, no hubiese estado bien, porque no metías el componente de la crítica directa al ministerio. Cuando uno se queda en el ministerio la acción está directamente dirigida al Ministerio de Trabajo. ¿Viste que se decía que estaba ocupado el Ministerio de Trabajo? Bueno, la permanencia nuestra mostraba que, si es como dicen, entre comillas, la casa de los trabajadores, no estaba funcionando. Estaba ocupado, pero no por nosotros…

LB: ¿Las patronales llegan a ese momento porque ya no dan más o porque creen que es el momento de quebrar el conflicto? Quiero decir: ¿no dan más económicamente, los números que habían hecho ya se habían agotado, o creen que el conflicto está estancado y que pueden cerrarlo? ¿Qué pensás vos?

AC: Habían tomado una distancia ya muy grande del inicio de la disputa, fue seis meses después del inicio. Ahí buscaron un cierre. O sea que se tomaron todo un tiempo de espera a ver si se había generado un desgaste, un estancamiento, porque consideraban que 6 meses debían haber sido suficientes. Y fallaron. Yo lo comparaba con una metáfora, es como que un dentista pensara que había puesto la anestesia y quiere sacar el diente, pero no había puesto la anestesia. Y el paciente saltó inmediatamente. Claro. Aquí lo que sucedió fue que provocaron la reacción de todos los trabajadores.

LB: Después de eso hubo una serie de factores que influyeron en el desarrollo del conflicto, con la huelga indeterminada como base digamos, que reforzaron la posición de ustedes: las declaraciones de Massa, la respuesta de Romina Del Plá en el Congreso, el apoyo del SINTRABOR, la mediación de Pablo Moyano ¿Qué papel jugaron todos esos elementos?

AC: Sí para mí de los elementos que vos nombraste, después de los 6 meses de toda la fuerza de los trabajadores desplegada y la huelga por tiempo indeterminado lanzada, en las últimas semanas ya se pasa al nivel de la decisión política, con la preocupación en el país por la falta de cubiertas y las perturbaciones posibles en el complejo automotriz puestas en primer plano, y presiones de todo tipo. Para mi a partir de ahí los hechos fundamentales fueron, como vos dijiste, la permanencia en el ministerio por el hecho de la respuesta al intento de ese día de cerrar la paritaria y la respuesta del sindicato y los trabajadores. Después el segundo hecho de importancia fue Massa cuando amenaza con lo de las importaciones, colocándose en una intervención directa del Estado sobre la negociación colectiva en favor de las empresas, que pasan un momento económico extraordinario mientras los trabajadores aguantan un 100% de inflación. El ministro de economía de un gobierno que se dice nacional y popular diciendo que iba a dejar que las propias patronales del neumático importen cubiertas reemplazando la producción nacional. Bueno, eso es intolerable, por lo menos para los trabajadores del neumático fue intolerable. Por eso también en el gremio tuvo tanta repercusión la intervención de Romina, que se le plantó en el Congreso.

La intervención de Romina Del Plá en el Congreso durante el Informe de Sergio Massa sobre el presupuesto 2023

LB: ¿Y el apoyo del SINTRABOR cómo jugó? Ustedes habían viajado allá hace unos meses para profundizar la relación internacionalista entre ambos gremios…

AC: Mirá, ahí volvemos un poco a la pregunta que me hacías sobre la organización. Hubo alianzas estratégicas. Cuando un sindicato pretende luchar se tiene que armar de los diferentes componentes con que va a contar para poder enfrentarse a la patronal y al gobierno, a todo lo que se ponga enfrente cuando tenga un reclamo. Claro, un sindicato clasista, otros con ideologías diferentes se hacen amigos del gobierno, de las patronales. En el clasismo lo que uno trata de hacer es armarse de los principales factores para poder dar la pelea: información constante a los trabajadores, alianzas internacionales con todos los gremios que influyan sobre nuestras luchas. El apoyo del SINTRABOR fue fundamental porque el tener una diaria convivencia de discusiones y aportes entre ambos sindicatos de Brasil y Argentina permitió que en un momento donde se amenace con importaciones, ellos salgan a decir “ojo que lo único que van a provocar es hacer que el conflicto se vuelva un conflicto regional o incluso mundial.»

LB: Otro factor de importancia fue el apoyo del Polo Obrero.

AC: El Polo Obrero desde un comienzo, y desde todo el mandato de nuestro sindicato, es un aliado estratégico. Creemos claramente en la unidad entre ocupados y desocupados y que el movimiento obrero no se separa por si uno tiene una ocupación en este momento en el ámbito laboral o ha quedado desocupado. Los compañeros son laburantes, son familias de trabajadores que les toca estar desocupados. Así que la organización del movimiento obrero tiene que ser plena, con ocupados y desocupados.

LB: ¿Hubo miedo en algunos sectores de la burocracia de que el cierre unilateral de la paritaria fuera un precedente?

AC: Es que, como dijimos en nuestra conferencia de prensa, esto era un atentado contra las paritarias de todo el país.

LB: Claro. Vos hiciste mucho énfasis en eso en esa conferencia de prensa…

AC: Claro. Dejar pasar esto ya era una locura. Las reglas de juego no pueden ser estas. Uno puede pelear una paritaria y tener diferentes resultados, ahora si está totalmente operada la paritaria nos quedamos sin paritarias. Nadie va a querer participar en algo que está totalmente manoseado, es como jugar las cartas con las cartas marcadas, para que vamos a jugar. Directamente no vamos al ministerio y peleamos contra la patronal en forma directa, porque se rompen las mínimas reglas de juego. Eso preocupó a todos aquellos sindicatos que tenían que discutir paritarias inmediatamente porque también después les tocaría a ellos. Y eso incluyó obviamente a la burocracia que es la que discute la paritaria a nivel nacional. Nosotros somos uno de los pocos sindicatos clasistas, antiburocráticos, y de lucha, que discute paritarias.

LB: Sino el único…

AC: Y, no sé si hay alguno más. En ese campo lo que sucedió fue una alerta. Yo creo que el clasismo dirigiendo un sindicato nacional sacó a la luz las contradicciones que se tienen, porque no se puede dejar que se opere sobre el sindicato del neumático por ser clasista, porque se está operando sobre un sindicato nacional y eso afecta a todo el resto del movimiento obrero. En ese campo hay quienes percibieron esa situación y entendieron que no era algo que se podía dejar pasar, por lo menos por la imagen que quieren dar. No podían dejar pasar un hecho como este, de esa manera tan, tan evidente, adelante de todos, porque su propia base lo iba a criticar y les podía provocar problemas internos incluso con sectores de su activismo.

LB: ¿Es el caso de Pablo Moyano?

AC: Mirá, la posición de camioneros en este conflicto la vemos positiva.

LB: Pero el resto de la CGT…

AC: Claro, otros fueron directamente a hablar en contra nuestra sin ningún tapujo, a pedir nuestra cabeza, y esa posición ha quedado muy clara delante de todo el movimiento obrero, que fueron a pedir que se fulmine un conflicto actuando en contra directamente de los trabajadores. Eso creo que ningún compañero de ninguno de esos gremios, ningún compañero de ningún gremio, estaría de acuerdo con eso. Totalmente.

El SINTRABOR, desde Brasil, en apoyo a la lucha del SUTNA

LB: Pensaba en estos días que, a la inversa de Milei con la derecha, “tensionando” por derecha como se dice, el SUTNA parece jugar un papel parecido por izquierda, como que el conflicto de ustedes tensionó por izquierda al sector de la burocracia que se presenta como combativo. No se qué te parece esa idea.

AC: Mirá, tal como está estructurado hoy el movimiento obrero argentino, para que se mantenga con la burocracia dirigiendo, también tiene que tener una parte que aparezca como combativa, sino es como que queda a la vista toda la estructura. Evidentemente esas contradicciones quedan expuestas cuando se lucha en forma realmente combativa y clasista desde un sindicato nacional. El tema es que no era tan normal en este país que suceda que el clasismo gane un sindicato. Hasta ahora habíamos llegado a acuerdos con las empresas sin llegar a semejante tensión, pero cuando las empresas se pusieron en una posición tan dura como esta se produjo un enfrentamiento de fondo, el sindicato no cedió. Eso que debería ser normal es lo nuevo, lo novedoso. Parece novedoso hasta que el conflicto se inicie con una asamblea y termine con otra. Y ante una situación novedosa los factores que forman parte del movimiento obrero tuvieron que intervenir de alguna manera: en contra o a favor, de alguna manera, y se empezaron a tener que ver reflejados ante esa situación. Fue un disparador que encendió nuevamente la luz sobre una situación que se miraba ya con desgano, porque cuando vos ves siempre lo mismo ya no opinás. Ahora con este nuevo factor que es el clasismo, opinamos todos sobre la burocracia, sobre los gordos, sobre el papel de Moyano, del gobierno, el papel del ministerio de trabajo. ¿Por qué empezamos a discutir todos? Porque lo vimos de otro ángulo. No vimos lo de todos los años, vimos algo nuevo, ese algo nuevo que es una bocanada de aire y bueno, podemos a lo mejor decir, como vos decís, que tensionamos por izquierda. Pero bueno, lo que pasa es que esto estaba muy a la derecha también, y la aparición del sindicato del neumático, para mí en forma hasta moderada se vio como una tensión por izquierda, porque lo moderado incluso aparece por izquierda ante una CGT inmóvil cuando hay un 100% de inflación, empeoran las condiciones laborales y se están cayendo los salarios. El SUTNA, que le viene ganando a la inflación, logrando aumentos del salario real y mejores condiciones de trabajo, aparece como una excepción cuando para los gremios es su función natural el conseguir mejores condiciones salariales y laborales para sus trabajadores.

Asamblea en Pirelli durante el conflicto

LB: ¿Y en qué estado está el pedido de ingreso a la CGT?

AC: Yo creo que nuestro pedido tiene sobre todo un efecto político, un efecto de posicionamiento estratégico, cuando esta pelea se jugó dentro del ámbito de la CGT y la CGT debería entender que un sindicato nacional industrial que lucha, que pelea, que está activo, tiene que estar ahí.

LB: El movimiento obrero está en una crisis total. Hubo cuatro actos del 17 de octubre en los que participaron distintos sectores de la CGT, divididos: ¿Cómo ves el panorama de conjunto? ¿Qué debería hacer hoy la CGT? ¿Qué debería estar haciendo si fuera por ejemplo dirigida por el clasismo?

AC: Hay una realidad marcada por un fuerte ajuste sobre los trabajadores en el contexto del acuerdo con el FMI, en momentos donde ya no se puede sacarle más jugo a la naranja. Hay un descontento de los trabajadores en estos momentos en cada rama que provoca estas situaciones de contradicciones entre los propios poderes que dirigen al movimiento obrero. La CGT debería inmediatamente pedir en forma unificada, de todo el movimiento obrero, un aumento para que ningún trabajador quede bajo la línea de pobreza, y que ningún compañero después de su pesada jornada laboral no llegue a satisfacer las necesidades de vida de su familia. Y recibir una negativa como dirección nacional de la CGT ante un pedido tan elemental, si tuviera una respuesta negativa, ameritaría acciones directas, tendría que accionar porque claramente no se puede aceptar que ante una situación tan tremenda para los trabajadores y para la familia obrera, la respuesta sea que viene más ajuste. Yo creo que lo natural sería que, llegado al piso que estamos tocando, los trabajadores mejoren sus condiciones de vida. Tenemos toda la fuerza del movimiento obrero y la historia para hacerlo. Si hubiera una dirección de la CGT consecuente con los intereses de los trabajadores se avanzaría rápidamente. La CGT que es la central general de trabajadores tendría que ir a defender sus intereses aunque eso pueda alterar situaciones políticas de las diferentes fuerzas o del gobierno de turno. Que se muevan los gobiernos como se tengan que mover, pero los trabajadores tienen que tener cubiertas sus necesidades, tiene que haber una posibilidad de futuro para la familia obrera. Si no hay respuesta a esto la CGT tiene que convocar a todos los trabajadores para que salgamos con fuerza a reclamar. Yo creo que desde el movimiento obrero se pueden ordenar las cosas, si el movimiento obrero clarifica sus reclamos después la sociedad se ordenará a partir de allí. La agenda nacional es otra si la ponemos en función de los intereses de los que trabajamos, y como representantes de los trabajadores es lo que nos toca: poner el bienestar de los trabajadores por delante de todo, y salir a pelear por ello. Si eso produce situaciones de tensión: ¡y bueno que las produzca! Pero no podemos nosotros quedarnos inmóviles ante la situación de injusticia que vivimos los trabajadores.

LB: ¿Y qué perspectiva le ves al desarrollo del clasismo?

AC: Llegado a este punto, después de años de probar otro tipo de conducción en todas las ramas de la producción, en las centrales sindicales, creo que los trabajadores están haciendo una experiencia enorme, entendiendo que las soluciones sólo se van a lograr con sindicatos que realmente representen a los trabajadores. Y para representar realmente a los trabajadores el clasismo es lo único que se ha mantenido consecuente. Por eso creo que hay que dar la lucha para que las direcciones sindicales sean clasistas, antiburocráticas y de lucha, basadas en la democracia sindical y en la participación colectiva, activa, y consciente de los trabajadores que representan y que los propios compañeros sean las que aprueben las acciones y los reclamos a llevar adelante, y la resolución y el final de cada una de las situaciones que les toque vivir.

LB: Para terminar: hay un rumor que me llegó desde algunos sectores de la burocracia, que me dicen tienen miedo de que terminés siendo “el Agustín Tosco del siglo XXI”…

AC: Este conflicto ha puesto luz sobre muchas cosas, y ha hecho que el país opine sobre la pelea de los trabajadores del neumático que me tocó encabezar. Como secretario general puedo ser la parte más visible del sindicato, y que me identifiquen con algo que hace referencia a un movimiento de lucha lo que me produce es satisfacción. Pero creo claramente que el movimiento clasista que se está generando desde el sindicato del neumático y desde otros sectores la principal virtud que tiene es que está produciendo gigantes cuadros gremiales, surgidos desde lo más profundo de las bases obreras.

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