«Una vida de lucha por la Revolución Socialista» por Abel Bohoslavsky y Daniel De Santis

En esta semana dedicada a homenajear al jefe revolucionario Mario Santucho no podía estar ausente la voz de Abel, fallecido hace poco más de un mes, el 6 de junio. Esta breve reseña biográfica de Santucho, escrita originalmente junto a Daniel De Santis en 2002, fue en principio publicada en la Revista Sísifo, y luego revisada e incluída en el libro de Abel Los cheguevaristas, de donde la reproducimos.

Por Abel Bohoslavsy y Daniel De Santis*/


Evocar a Mario Roberto Santucho – el Negro, el Roby – hoy tiene un profundo significado político y moral. Fue un combatiente por la Revolución
Socialista que cayó a los 39 años, enfrentando al terrorismo de la última
dictadura, el 19 de julio de 1976. La clase dominante y todas sus versiones de
historias oficiales, siempre han intentado presentarlo como un «demonio»
para que las nuevas generaciones no puedan aprender de su ejemplo y sus
ideas.

Por eso hoy, cuando el pueblo se moviliza contra el mismo régimen de
explotación que Santucho enfrentó, rescatar su trayectoria es un imperativo.
Este homenaje es una apelación a la memoria histórica, para contrarrestar
tantas falsedades y tergiversaciones sobre su trayectoria y su época. El juicio
de valor está en manos de las actuales generaciones de luchadores sociales
y políticos sobre la base de la verdad histórica.

Santucho nació en Santiago del Estero. De muy joven formó parte del Centro de Estudios e Investigaciones de Santiago del Estero y participó en su revista Dimensión. Fue a estudiar Ciencias Económicas a Tucumán, donde integró la agrupación Movimiento Independiente de Estudiantes de Ciencias Económicas, y fue electo representante al Consejo Académico. Se graduó de Contador Público. Abrazó desde muy joven la causa de los trabajadores y las etnias oprimidas, formando parte del Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP). Al lado de los hacheros santiagueños y los obreros azucareros tucumanos reafirmó un punto de vista clasista, siendo asesor de sindicatos de la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA).

En 1961 presenció la Segunda Declaración de La Habana, cuando la Revolución Cubana proclamó su carácter socialista. A partir de allí, Santucho asumió el marxismo-leninismo como su ideología. En 1963, integra el frente único que el FRIP concreta con la agrupación Palabra Obrera, a la sazón autodefinida como «corriente trotskysta del peronismo obrero revolucionario». Ese frente, que el 31 de enero elige un Comité Central dejando constituido el Partido Unificado de la Revolución, participa ese año de la experiencia electoral consagrando dos candidatos obreros a la Legislatura como diputados provinciales (uno de ellos fue Leandro Fote, dirigente sindical azucarero, secuestrado y desaparecido en 1976 siendo miembro del PRT).

El 25 de mayo de 1965, en Avellaneda, Santucho es uno de los principales delegados al 1º Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores, nombre que adopta el Partido Unificado, que se plantea la organización de la clase obrera para la lucha por el socialismo.

Cuando en 1966 se instaura la dictadura de Onganía y se impone el cierre de los ingenios azucareros lanzando a miles de obreros al desempleo, Santucho participa en los cortes de ruta y enfrenta la represión que asesinó – en enero de 1967 – a Hilda Guerrero de Molina. También en 1967, el 8 de octubre cae combatiendo en Bolivia el Che Guevara, y en el Lejano Oriente el pueblo de Vietnam resiste en armas la agresión imperialista.

Santucho analiza la situación nacional y mundial y escribe con otros compañeros – Juan Candela y Sergio Domecq – El único camino hasta el poder obrero y el socialismo (el Librito Rojo) que será la base teórica de la futura estrategia revolucionaria. En ese ensayo se hace una reflexión histórica acerca del marxismo y la cuestión del poder. Revaloriza el papel de León Trotsky como líder de la insurrección de Octubre de 1917 y creador del Ejército Rojo; incorpora el pensamiento y las experiencias de Mao Tse Tung en las guerras revolucionarias que llevaron al triunfo a la Revolución China en 1949, y asume como perspectiva estratégica el documento del Che «Crear dos, tres, muchos Vietnam». Se caracteriza a la situación argentina como pre-revolucionaria, remarcando el contraste entre la potencialidad de las luchas de la clase obrera contra la dictadura y la falta de un rumbo político transformador. Por eso se pone énfasis en la construcción de un partido revolucionario y en la formación de los primeros destacamentos insurgentes.

Ese documento se convierte en la plataforma del 4º Congreso del PRT en 1968, que funda el nuevo periódico El Combatiente. Santucho, que presencia en París el mayo francés de 1968, regresa y se pone al frente de las nuevas tareas. Encabeza una gran expropiación al Banco de Escobar para financiar las publicaciones y la educación militante con el Librito Rojo y los textos de los vietnamitas Nguyen Giap, Ho Chi Min,Le Duan y Truong Chinh.

En 1969 se producen el cordobazo en mayo y los rosariazos en mayo y septiembre. Estas sublevaciones de masas hacen florecer los dos fenómenos que Santucho y el PRT venían impulsando: el sindicalismo clasista y la insurgencia armada. En octubre de 1969 es apresado en Tucumán. Desde la prisión escribe sobre la nueva situación resumiendo la trayectoria del movimiento obrero y del PRT, instando a la militancia a dejar de lado las vacilaciones para concretar la estrategia propuesta, conformando la Tendencia Leninista. Expone el origen de lo que caracteriza como desviaciones economicistas y reformistas dentro de la izquierda, reafirmando la lucha por el poder y un gobierno revolucionario obrero y popular. También remarca que, para alcanzar esos objetivos, es necesario construir simultáneamente un partido proletario, un ejército popular y un frente
de liberación. Allí esboza la idea de combinar el desarrollo de fuerzas insurgentes rurales en el noroeste con los grandes centros urbanos.

Se fuga meses después, y esos escritos son la base de las resoluciones del V Congreso del PRT que, en julio de 1970, funda el Ejército Revolucionario del Pueblo. En octubre, el Comité Central de PRT lo elige secretario general. Impulsa la creación de Escuelas de formación política de los militantes, la apertura de nuevos frentes de trabajo fabriles, destacamentos armados y de propaganda. Interviene durante un ayuno por una Navidad sin presos políticos que realizan los obreros de FIAT, planteándoles a los dirigentes de SITRAC-SITRAM la necesidad de la lucha revolucionaria. En pocos meses promueve la edición
de boletines de fábrica y la incorporación de numerosos obreros a la organización. Encabeza la expropiación de un camión de caudales en Yocsina (ruta 20 entre Córdoba y Carlos Paz) para destinar esos fondos a la educación y a la propaganda.

El 15 de marzo de 1971 participa activamente del viborazo, o segundo cordobazo, al frente de destacamentos del ERP en medio de las movilizaciones. En abril, cuando el general Lanusse lanza la trampa del Gran Acuerdo Nacional, Santucho promueve la unidad de los sindicatos independientes liderados por Agustín Tosco con los clasistas encabezados por SITRAC-SITRAM. Propone la gestación de un frente electoral obrero y popular para enfrentar también en ese terreno la
maniobra, remarcando la necesidad de combinar todas las formas de lucha. Dirige la liberación de prisioneras de la cárcel del Buen Pastor
en Córdoba.

Ese año, por orientación de Santucho, se publican en El Combatiente una serie de cinco artículos consecutivos (cuyos borradores redactó Julio Parra** y fueron debatidos en la Comisión Nacional de Propaganda del PRT) que conformaron el folleto El Peronismo, donde luego de hacer una severa crítica al rol de sus directivos empresariales y burócratas y a la colaboración de clases, exhorta a la unidad política y combatiente a las organizaciones armadas peronistas FAP, Montoneros y FAR. Ese planteo solo encuentra eco en forma ocasional y aislada.

En agosto de 1971, Santucho es capturado y torturado en Córdoba. Su ausencia y las de otros compañeros caídos o apresados frustran la táctica propuesta por el PRT para enfrentar el Gran Acuerdo, lo que dejará a la organización sin una presencia activa en el fenómeno electoral que culminará dos años después. El 17 de septiembre de 1971 es secuestrado en Buenos Aires y asesinado en la tortura su compañero en la dirección partidista Luis Pujals.

El 15 de agosto de 1972 encabeza la fuga de prisioneros de la cárcel de Rawson en acción conjunta con FAR y Montoneros. El día 22 son fusilados en la base naval de Trelew 19 combatientes, entre ellos su compañera Ana María Villarreal (tres sobrevivieron: María Antonia Berger, Ricardo René Haidar y Alberto Camps.)
De regreso denuncia el futuro papel político de Perón para neutralizar el proceso de convergencia entre el movimiento obrero y las organizaciones socialistas. Prepara al PRT y al ERP para el nuevo momento, con mayor impulso a la incorporación de obreros, la educación política y la extensión de la propaganda.

El 19 de febrero de 1973, el ERP toma el cuartel del batallón 141 de Córdoba capturando todo su armamento. El 11 de marzo triunfa la fórmula Cámpora-Solano Lima del Frente Justicialista y el día de su asunción, el 25 de mayo, la movilización del devotazo arranca cientos de presos políticos de las cárceles. El 29 de mayo, en el aniversario del cordobazo, Santucho participa en Córdoba de actos en las puertas de las fábricas Perkins y Fiat. En el multitudinario acto central de la CGT encabezado por Tosco y el presidente de Cuba, Osvaldo Dorticós, Domingo Menna – fugado junto a Santucho de Rawson – lleva la voz del PRT.

El 20 de junio, durante el regreso definitivo de Perón, grupos armados que darán nacimiento a la Triple A provocan la masacre de Ezeiza, frustrando las expectativas de millones de trabajadores que habían confiado en su líder. El 8 de julio, se funda el Movimiento Sindical de Base: allí, ante la ola macarthysta lanzada desde el nuevo gobierno, Tosco asume el desafío y propone «hacer de Córdoba la capital de la Patria Socialista». Desde ese mes, El Combatiente sale todas las semanas y Estrella Roja, órgano del ERP, cada 15 días. Santucho es su
habitual editorialista. El PRT denuncia el Pacto Social impuesto a los trabajadores por el nuevo gobierno como una política para incrementar la explotación. Se publican hasta 40 boletines fabriles y se gesta la Juventud Guevarista.


El 13 de julio, apenas 49 días después de haber asumido, un autogolpe derroca al presidente Cámpora e impone el interinato de Raúl Lastiri (yerno de José López Rega, quien era secretario de Perón, ministro de Bienestar Social del gobierno y organizador de la Triple A). Santucho promueve la formación del Frente Antiimperialista y por el Socialismo y la fórmula Agustín Tosco-Armando Jaime (éste, secretario de la CGTclasista de Salta y militante del Frente Revolucionario Peronista) para enfrentar en el terreno electoral a la de Perón-Perón. El objetivo no se logra por falta de unidad de los sectores revolucionarios y progresistas.

Días antes de las nuevas elecciones del 23 de septiembre, el ERP ocupa el Comando de Sanidad del Ejército en Buenos Aires. Santucho replantea la estrategia internacionalista. Se produce la separación del PRT de la IV Internacional a cuyos directivos critica por su reformismo y conservadorismo y su concepción elitista sobre el partido revolucionario de la clase obrera. Por su iniciativa y la del secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, Miguel Enriquez, se funda la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) que integran también el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (Uruguay) y el Ejército de Liberación Nacional (Bolivia). La
JCR que se constituyó en febrero de 1974, edita el periódico Che Guevara y promueve la experiencia del intercambio de militantes de un país con otro y escuelas internacionalistas. Es la primera gran experiencia de organización de una Internacional a nivel regional, siguiendo las propuestas del Che.

En enero de 1974 Santucho editorializa sobre la crisis del capitalismo mundial a partir de la crisis del petróleo, advirtiendo sobre las consecuencias para nuestro país. Ese mes el gobierno impone una reforma al Código Penal para incrementar la represión, lo que provoca la renuncia de algunos diputados de la Juventud Peronista. El ERP ocupa el cuartel militar de Azul. En febrero un golpe policial derroca al gobierno peronista de Córdoba (Obregón Cano-Atilio López), y el Congreso Nacional, con el acuerdo del PJ y la UCR, aprueba la intervención fascista en la provincia.

El 14 de marzo, el gobierno clausura el diario El Mundo, donde con frecuencia se reproducían editoriales de Santucho con el seudónimo de Contreras. También se allanan las sedes de las revistas Nuevo Hombre en Buenos Aires y Posición en Córdoba, dirigidas por militantes del PRT. El 1º de mayo de 1974, Perón critica duramente a la Juventud Peronista y a Montoneros y estos espontáneamente abandonan la Plaza de Mayo. El 11 de mayo, es asesinado por la Triple A, el sacerdote peronista Carlos Mugica. Ese mes, el frente rural del ERP toma la ciudad de Acheral en Tucumán, provincia que es ocupada por tropas de la Policía Federal al mando del comisario Villar. Con esta acción se hace pública la decisión de llevar a la práctica la concepción de dos regiones estratégicas: el norte rural, proletario y campesino, y el sur urbano, proletario y popular.

El 1º de julio de 1974 fallece el general Perón. El 31 de julio es asesinado el diputado peronista revolucionario Rodolfo Ortega Peña, abogado laboralista y de presos políticos, que dirigía la revista Militancia peronista para la liberación y que como culminación de una estrecha colaboración, había pedido su incorporación al PRT. El 8 de agosto es asaltado por la policía y bandas sindicales venidas de Buenos Aires, el SMATA de Córdoba. René Salamanca y otros dirigentes son forzados a pasar a la clandestinidad.

El 10 de agosto el ERP ocupa la fábrica militar de Villa María capturando todo su armamento. Ese mismo día otro destacamento del ERP es sorprendido cuando iba a ocupar un cuartel en Catamarca y 16 combatientes tomados prisioneros son asesinados, entre ellos el dirigente de los trabajadores azucareros, Antonio del Carmen Fernández, miembro del Buró Político del PRT. El ERP realiza posteriormente represalias contra oficiales del Ejército. En una de ellas muere la hija de un militar y Santucho ordena la suspensión de esas acciones.

El gobierno clausura el diario Noticias dirigido por partidarios de Montoneros, el 27 de agosto, y le retira la personería gremial a la Federación Gráfica Bonaerense. La Triple A continúa su acción terrorista: en septiembre asesina el día 10 al abogado de sindicatos clasistas y militante del PRT Alfredo Curutchet (que había compartido prisión con Santucho durante la anterior dictadura), el día 16 al dirigente de la UTA de Córdoba, ex secreario general de la CGT y vicegobernador derrocado Atilio López y a Lauro Varas; el día 27 al intelectual marxista, estrechamente vinculado al PRT, Silvio Frondizi. Son asesinados decenas de activistas sindicales y militantes de las juventudes peronistas, del Peronismo de Base, del Partido Socialista de los Trabajadores, de Política Obrera y otros grupos de izquierda.

En esos meses, la profundización de las luchas abre una nueva situación. Santucho escribe en agosto de 1974, Poder burgués y poder revolucionario, donde da cuenta del auge de masas y la radicalización de la vanguardia obrera, y plantea consolidar las nacientes expresiones de poder obrero y popular a nivel territorial y fabril, y la necesidad de sostener las insurrecciones parciales con un ejército popular, ampliando su perspectiva política con un frente antiimperialista. Caracteriza a la crisis como la antesala del inicio de una situación revolucionaria.

El PRT insiste en una nueva instancia de unidad a las fuerzas del peronismo combatiente que han pasado a la oposición, pero este anhelo no se concreta. Las luchas sociales son violentamente reprimidas. El 10 de octubre es asaltado el Sindicato Luz y Fuerza, forzando a Tosco a vivir en la clandestinidad para evitar ser asesinado. Es encarcelado el dirigente gráfico Raymundo Ongaro. El 5 de febrero de 1975, por orden del gobierno, el Ejército inicia el Operativo contrainsurgente «Independencia» en la Provincia de Tucumán, adoptando tácticas y metodologías empleadas por Estados Unidos en Vietnam. El 20 de marzo de 1975, la ciudad santafesina de Villa Constitución es militarizada. Son encarcelados los dirigentes metalúrgicos Alberto Piccinini y Victorio Paulón (entre otros), junto a varios centenares de activistas antiburocráticos. Otras decenas de activistas sindicales y políticos que militan solidariamente en esa ciudad, son asesinados.

Santucho, desde mediados del año anterior, había previsto la radicalización de las movilizaciones obreras y la crisis del gobierno, lo que hacía previsible que el régimen se viera obligado a dar un paso atrás y hacer concesiones democráticas. En esas circunstancias, como comandante jefe del ERP propone una tregua militar que es rechazada por el gobierno. Impulsadas por las fuerzas revolucionarias y el conjunto de la izquierda, nacen las Coordinadoras de Gremios en Lucha, nuevas formas de democracia directa que, en grandes movilizaciones en junio-julio de 1975, enfrentan el plan ultraliberal del ministro Celestino Rodrigo del gobierno de Isabel Perón. Las movilizaciones provocan la huida del ministro José López Rega y la debacle del gobierno.

El 20 de agosto el ERP ocupa el centro de la ciudad de Córdoba, atacando simultáneamente la Jefatura de la Policía, el Comando Radioeléctrico y la Guardia de Infantería. Al día siguiente, es asesinado en Córdoba estando prisionero, el dirigente montonero Marcos Osatinsky, que había fugado con Santucho del penal de Rawson el 15 de agosto de 1972. Cae el interventor fascista brigadier Lacabanne.


Santucho – que permanece un breve período al frente de la Compañía de Monte de la guerrilla rural en Tucumán – regresa a las ciudades. Propone acordar la unidad de los destacamentos revolucionarios para derrocar al gobierno e instalar una asamblea constituyente libre y soberana, pero esos objetivos no se alcanzan. Ante el auge de masas y el aumento de la represión, Santucho impulsa la democratización del país. Realiza varias propuestas para que se sostenga e incremente el nivel de las movilizaciones, tensando todas las fuerzas de la militancia partidaria con el objetivo de unificar las luchas económicas con las
luchas políticas democráticas.


Santucho insiste en la propuesta de unidad de los destacamentos revolucionarios y el PRT insta a las fuerzas de la oposición peronista, al PI, al PC y a las fuerzas de izquierda, conformar un frente democrático antifascista, en un intento de frenar el golpe militar que se avizora por el colapso inevitable del gobierno, que ha perdido toda legitimidad. No obstante, no se logró unificar las luchas económicas con las políticas. Por otra parte, si bien las movilizaciones no se incrementaron, tampoco retrocedieron. La situación estaba madura, pero la unidad política
revolucionaria no se concretó.

El 5 de noviembre muere Tosco en la clandestinidad. Hay abandono de trabajo en todas las fábricas de Córdoba el día 7, por su funeral. La manifestación es atacada por la policía. El 23 de diciembre el ERP ocupa parcialmente el cuartel de Monte Chingolo, en Lanús, en la más grande acción guerrillera en un centro urbano. Caen alrededor de 50 combatientes y son masacrados los vecinos de la villa lindera al cuartel.

La continuidad de la represión es brutal. La intensificación del movimiento de masas que no se concreta, las propuestas de unidad que no prosperan y el fracaso de la toma del cuartel de Monte Chingolo, precipitan el golpe el 24 de marzo del 76 ya planeado y se instala la dictadura militar terrorista. El PRT previó que esto redoblaría el movimiento de masas y se preparó para ello. Santucho convoca al pueblo a la resistencia en la proclama Argentinos a las armas. Luego de dos meses, la dirección del PRT comprendió que había cometido un error de apreciación de la situación y que se había iniciado un retroceso de la movilización de masas. Ese error, según palabras de Santucho publicadas el 8 de junio, debilitó al PRT ideológica y orgánicamente, e impidió prepararse adecuadamente para un esfuerzo de guerra prolongada y adecuarse organizativamente para la nueva situación.


En esos meses está promoviendo la Organización para la Liberación de Argentina con Montoneros y la Organización Comunista Poder Obrero, pero su caída frustra este objetivo. El 19 de julio de 1976 es sorprendido en Villa Martelli, en el Gran Buenos Aires. En desigual combate contra una fuerza de tareas del Ejército, caen heridos de muerte él y Benito Urteaga, y allí fueron capturadas Liliana Delfino (compañera de Santucho, embarazada), Ana María Lanzillotto (compañera de Menna, embarazada). En otros operativos simultáneos son capturados Domingo Menna (en cercanías de Villa Martelli) y Fernando Gertel (en SanAntonio de Padua), todos asesinados en Campo de Mayo. Las o los bebés nacidas/os en cautiverio, permanecen robadas/os.


En su breve vida pero larga militancia, Santucho se unió con los más destacados obreros e intelectuales revolucionarios de su época. Los también santiagueños, el fundador del FRIP Francisco René Santucho y el ya legendario capitán Santiago Hugo Alfredo Irurzún; de Tucumán los dirigentes de los trabajadores azucareros Antonio del Carmen Fernández, el Chinqui Leandro Fote, el Zurdo Ramón R. Jiménez y el trabajador vitivinícola Oscar Montenegro; de Córdoba, Juan Eliseo Ledesma – Comandante Pedro, 2º Comandante del ERP – el Negro Mauro Carlos Germán, el peruano Eduardo Castelo, el Goyo Gregorio Flores (todos de FIAT), el León Manso Víctor Hugo González y el Gallego José Antonio Apontes (Perkins), Maximino Sánchez (SMATA) y el Flaco Caña Juan Manuel Murúa (Luz y Fuerza), el Gordo Wenceslao Vera (Obras Sanitarias), el Perro Correa (FOECyT); de la Provincia de Buenos Aires, el Pampa Salvador Delaturi (Propulsora Siderúrgica-Ensenada), el Gordo Luis Angelini (Rigolleau-Berazategui), Eduardo Merbilháa; de la ciudad de Buenos Aires, el cineasta Raymundo Gleyzer, los escritores Haroldo Conti y Humberto Cacho Constantini (ambos Premios Casa de las Américas), Alicia Eguren, el médico Juan C. Risau (presidente de la Federación Argentina de Psiquiatras), el sociólogo Daniel Hopen, el físico Nelson Becerra, el poeta y periodista Roberto Santoro, el también periodista Enrique Raab y miles más, muchos de los cuales compartieron con él la dirección del PRT.

En una época distinta de la actual, fue uno de los precursores de la Revolución Socialista. Hoy en día, en que el capitalismo adquiere características atroces, en que el imperialismo estimula las guerras y disuelve naciones, retomar sus ideales socialistas y revolucionarios es una necesidad de la memoria colectiva que debe florecer en los movimientos de trabajadores desocupados y sus piquetes, en los movimientos sindicales antiburocráticos, en las empresas recuperadas bajo autogestión obrera, en la ebullición democrática de los movimientos asamblearios, lo que plantea el desafío de madurar hacia una nueva
organización revolucionaria.

* Daniel De Santis y Abel Bohoslavsky. Reseña biográfica elaborada conjuntamente para la Comisión de Homenaje a los Luchadores Populares, en julio de 2002. Publicada por Abel Bohoslavsky en Sísifo Nº 1, CESS-SITOSPLAD, Bs. As., 2011. Versión revisada y corregida por los autores para el libro Los Cheguevaristas. Las estrella Roja del cordobazo a la Revolución Sandinista, Imago Mundi, 2016.

** Alias de Luis Ortolani.

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